Bogotá

Llegamos a las 5 de la mañana del lunes 20 de abril a la zona sur de la ciudad, para nuestro destino aun faltaba una hora, una urbe bastante grande y un poco despelotada, yo ya había estado en Bogota un par de veces por 1996 si mal no recuerdo, para ese entonces y en las otras oportunidades en la que la visite debo ser sincero de que no me agradó mucho, por lo menos visualmente, mi estadía mas larga ahí fue de tres días, pero ahora nos sorprendió de manera muy grata, ha cambiado bastante (para bien) y se ve muy bonita. Nadie fue a recibirnos, pero nos esperaban en nuestra nueva casa, así que llamamos a Fernando a ver si coincidíamos porque nos había dicho que tenia una reunión de trabajo muy temprano, nos dio las coordenadas y partimos a casita, ahí estaba el loco ya vestido y presto, pero como siempre, tuvo tiempo para atendernos y compartir un desayuno. Lo conocimos en Lima hace ya como 7 años donde compartimos noches de trova y amistad, ahora anda por Bogotá , sigue trabajando en lo mismo de hace aaañossssssss, una ONG que brinda ayuda para la elaboración de proyectos en Latinoamérica, dirigida a las comunidades de bajos recursos, esta entidad es la agencia española de cooperación internacional para el desarrollo (AECID) es un pana muy dedicado y apasionado de su trabajo y amante de la musica, las tertulias y guitarreadas!. Nos acomodamos, dormimos unas horitas para recuperarnos y nos encontramos a medio día con nuestro pana del alma Williams, quien vivió con nosotros en Lima, es venezolano, fue nuestro ingeniero de sonido y compañero de batalla durante un poco mas de dos años, es vegetariano y da clases de Yoga acá en Bogotá; fue un verdadero gusto volver a verlos, ambos son muy buenos amigos, así que la mayor parte del tiempo de estadía lo pasamos con ellos (aunque Fernando por chamba se ausentó tres días) y nos pusimos al tanto de todo lo que ha estado pasándonos en estos años.

Hicimos algunas comidas todos juntos en casa de Fernando y bueno, coronamos uno de los días con música, nuevos panas, una de las especialidades de la casa “RABO DE TORO”, la otra es "CAMARONES AL AJILLO" que tampoco faltaron en esos días (con cariño), cantamos todos y así se nos vino la madrugada, fue muy chévere volver a revivir esos momentos.

Grandes panas, no hay mas que decir.