Antigua, Atitlán.
La Antigua ciudad de Guatemala es muy linda, colonial, toda pintadita, muy bien resguardada, bien mantenida, turística, fuimos la primera vez con Oswaldo a conocerla, el loco nos invito a un restaurant de comidas típicas que ya no ya… En toda Guatemala se ve a sus etnias por las calles como podrán ver en las fotos, este domingo que subimos había además una procesión; ya saben, esas costumbres que quedaron después de la devastación indígena y las calles estaban llenas de colores, habían muchos agachaditos en la merced; la ciudad pinta hermosa de verdad, anduvimos sus calles, visitamos el posible (en ese momento) sitio donde tocar, etc, la siguiente vez fuimos a conversar con la gente de “El Sitio” acerca de la presentación que haríamos ahí en el espacio cultural, seria el domingo siguiente a las 4 de la tarde, aprovechamos entonces el viaje para recorrer un poco mas, fuimos hasta el mercado central, donde almorzamos, caminamos, caminamos y caminamos, tomamos bastantes fotos, la última ocasión volvimos con Oswaldo, era el día de la tocada pero fuimos mas temprano porque se encontraba ahí una amiga peruana tropera que pasó la noche anterior en la ciudad antes de viajar el Salvador y se iba a medio día, así que a saludar, almorzar, y luego a esperar preparando la estenografía a Juan Pablo que llegaría con los equipos para hacer prueba de sonido y tener todo listo para el concierto, del cual ya les contamos la onda, asistieron Juan y su novia (Beberly) y el pana del que les comenté antes, Roberto, después de recoger las cosas al terminar la presentación, nos fuimos a la merced a comer unas pupusas, estaban riquísimas caray y bueno… todo lo que comienza debe terminar, así que a casita que tenemos que irnos a Veracruz al día siguiente.
Atitlán es mágico señores, nos despertamos muy temprano, salimos a las 5:40 de la mañana hacia el lago pues son casi 4 horas de camino, hay que subir las montanas y hace frío por ahí, paramos en un mirador muy bonito a desayunar pero no había nada preparado, seguimos viaje y nos detuvimos en una encrucijada donde habían puestos de comida riquísima, eran eso de las 7:30 am o un poco mas, las fotos hablan por si solas, frijoles negros, tortillas, carne y huevos revueltos… ayayayyyy, se nos espichó un caucho, seguimos, unos 20 minutos antes de llegar se presentó una vista hermosa desde la carretera, estacionamos el carro, tiramos fotos, seguimos bajando…llegamos, el carro se deslizó por las calles de Atitlán hasta llegar ala orilla del lago, aparcamos, nos bajamos ¡Que lindoooo! Una verdadera belleza, el día estaba majestuoso un sol radiante pero sin mucho calor, el agua del lago es transparentísima, había familias ya preparando comidas, bañándose y paseando por las orillas, cosa que hicimos nosotros en breve para disfrutar de toda esa belleza que teníamos ante nuestros ojos. Luego de un tiempo de paseo nos instalamos en un localcito que nos brindaba una tremenda vista y unas gallos bien frías, abandonamos el espacio cerca de la hora de almorzar para pasar por las calles, ver las ofertas artesanales que nos brindaban y obviamente encontrar donde comer, así lo hicimos, comimos y empezamos el regreso pues ese día tocábamos en la casa Cervantes. Fue un paseo de verdad hermoso, me quedaron muchísimas ganas de vivir ahí, veamos que nos depara el destino pues ;-) Gracias Chino por compartir y por mostrarnos parte de tu país.
La Antigua ciudad de Guatemala es muy linda, colonial, toda pintadita, muy bien resguardada, bien mantenida, turística, fuimos la primera vez con Oswaldo a conocerla, el loco nos invito a un restaurant de comidas típicas que ya no ya… En toda Guatemala se ve a sus etnias por las calles como podrán ver en las fotos, este domingo que subimos había además una procesión; ya saben, esas costumbres que quedaron después de la devastación indígena y las calles estaban llenas de colores, habían muchos agachaditos en la merced; la ciudad pinta hermosa de verdad, anduvimos sus calles, visitamos el posible (en ese momento) sitio donde tocar, etc, la siguiente vez fuimos a conversar con la gente de “El Sitio” acerca de la presentación que haríamos ahí en el espacio cultural, seria el domingo siguiente a las 4 de la tarde, aprovechamos entonces el viaje para recorrer un poco mas, fuimos hasta el mercado central, donde almorzamos, caminamos, caminamos y caminamos, tomamos bastantes fotos, la última ocasión volvimos con Oswaldo, era el día de la tocada pero fuimos mas temprano porque se encontraba ahí una amiga peruana tropera que pasó la noche anterior en la ciudad antes de viajar el Salvador y se iba a medio día, así que a saludar, almorzar, y luego a esperar preparando la estenografía a Juan Pablo que llegaría con los equipos para hacer prueba de sonido y tener todo listo para el concierto, del cual ya les contamos la onda, asistieron Juan y su novia (Beberly) y el pana del que les comenté antes, Roberto, después de recoger las cosas al terminar la presentación, nos fuimos a la merced a comer unas pupusas, estaban riquísimas caray y bueno… todo lo que comienza debe terminar, así que a casita que tenemos que irnos a Veracruz al día siguiente.
Atitlán es mágico señores, nos despertamos muy temprano, salimos a las 5:40 de la mañana hacia el lago pues son casi 4 horas de camino, hay que subir las montanas y hace frío por ahí, paramos en un mirador muy bonito a desayunar pero no había nada preparado, seguimos viaje y nos detuvimos en una encrucijada donde habían puestos de comida riquísima, eran eso de las 7:30 am o un poco mas, las fotos hablan por si solas, frijoles negros, tortillas, carne y huevos revueltos… ayayayyyy, se nos espichó un caucho, seguimos, unos 20 minutos antes de llegar se presentó una vista hermosa desde la carretera, estacionamos el carro, tiramos fotos, seguimos bajando…llegamos, el carro se deslizó por las calles de Atitlán hasta llegar ala orilla del lago, aparcamos, nos bajamos ¡Que lindoooo! Una verdadera belleza, el día estaba majestuoso un sol radiante pero sin mucho calor, el agua del lago es transparentísima, había familias ya preparando comidas, bañándose y paseando por las orillas, cosa que hicimos nosotros en breve para disfrutar de toda esa belleza que teníamos ante nuestros ojos. Luego de un tiempo de paseo nos instalamos en un localcito que nos brindaba una tremenda vista y unas gallos bien frías, abandonamos el espacio cerca de la hora de almorzar para pasar por las calles, ver las ofertas artesanales que nos brindaban y obviamente encontrar donde comer, así lo hicimos, comimos y empezamos el regreso pues ese día tocábamos en la casa Cervantes. Fue un paseo de verdad hermoso, me quedaron muchísimas ganas de vivir ahí, veamos que nos depara el destino pues ;-) Gracias Chino por compartir y por mostrarnos parte de tu país. 
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