miércoles, 14 de octubre de 2009

La casita, Oswaldo.

Llegamos pasadas las 18:00 y apareció el papá, tras él la mamá; no sabían nada de nosotros jajajaja pero si Oswaldito es su amigo, “esta es su casa” dijeron, nos ayudaron con las cosas, nos instalaron en la sala de la casa mientras llegaba Oswaldo, el tipo se retrasó un poco pero fue por una buena causa, cajita feliz del pollo campero carachos, típico de allá y que estaba muy riquísimo ;-) jeje. Comimos, había expectativa por lo que haríamos en la noche pero la verdad es que después de lo que nos paso en el aeropuerto de la Habana, el vuelo que fue mas largo, Habana – San José – Guatemala y la espera en casa de Jess… camitas éramos pues.

Los viejos de Oswaldo son chéveres, muy atentos, nos quedamos en su casa alrededor de 10 días si el alemán no me ataca, Oswaldo sale temprano a chambear y nos deja las coordenadas para que nos movilicemos si decidimos no salir o solo dar una vuelta por el barrio, el llega en la tarde y salimos, es tropero, chelero y un pana muy bacán. Estuvimos muy a gusto en tu casa mi pana y con esas tortillas calientitas que tu vieja buscaba cada tarde… mmmmmm jejejeje.


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