jueves, 18 de febrero de 2010

Betford Hills y Paty.

Alejandra y Jake nos invitaron a pasar thanks givin como ya les comenté. Fuimos a la casa de la mamá de Jake, allí donde el creció y se crió, un lugar estresante carachos, a orillas de una laguna, rodeado de bosques, ardillas y venados, aire fresco. Nos fuimos en tren y eso si que fue una sorpresa mi hermana, ¡QUE CARA ESA VAINA! Y como era feriado… La casa tiene tremenda vista caballero… pero hacia mucho frío y estábamos bastante mal de salud, así que la pesca en el lago no pudo ser, el día viernes, después del feriado, llovió casi todo el día, Luz María por primera vez en su vida junto a quien escribe, perdió la voz, cayó en una afonía de dos días, estaba preocupadísima, por mi parte yo era un solo de pastillas y tacitas de te de todas las variedades, pero disfrutamos de la vista, de las atenciones, de Maika (el hijo de los chicos) de la mamá de Jake y su comida de thanks givin, Luz casi se puso al día con Alejandra, necesitaron una cita mas en la ciudad de NY para hacerlo días después jeje. Para los gringos este feriado es mas importante que la navidad, así que imagínense como se mueve el país para prepararse y como queda de vacío todo, pues es una fecha que se comparte en la intimidad de la familia. Muchas gracias chicos por tomarnos en consideración y sacarnos un rato de la gran manzana, que nos tenia agobiados.

El sábado salimos de casa de estos muchachones hacia otro pueblo cuyo nombre no puedo recordar, pero esta vez venían por nosotros. Resulta que Luz tiene unas primas que viven acá desde hace tiempo y les llamamos para ver si nos juntábamos, Paty, una de ellas, respondió al llamado y nos invitó a su casa, en otro pueblito a las afueras de NY un poco menos estresante que el anterior, así que el sábado a medio día se presentó en la estación de Bedforhill en su carro, nos despedimos de Alejandra y Jake , subimos al auto y a otra casita pues, solo por ese día. Llegamos y lo único que hicimos fue conversar, comer y acompañarnos de unas chelas, llegó una de las hijas de Paty, luego la otra, seguía la conversa, después llegó el esposo, Donald, salió a hacer unas compras, al tipo le encanta la música y los Beatles, así que a la conversa, la comida y las chelas se le unió la música, así transcurrió la tarde, la noche y parte de la madrugada, Paty y Donald estaban muy contentos, las chicas salieron, son veinte añeras pues y era sábado en la noche. Muy simpáticos ellos, fueron muy atentos de verdad la pasamos chévere hasta que llegó el momento de decir “buenas noches”. Al día siguiente tomamos desayuno y de ahí al tren “COÑO QUE CARO” para volver a la urbe y seguir en lo nuestro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario