lunes, 1 de febrero de 2010

Paseos.

Campo de frisbie.

Si!, parece una locura pero es verdad, y yo nunca había escuchado hablar de esta modalidad. Junto a Daniela, su familia y Daniel (el ahijado putativo), tomamos un sábado y nos fuimos a un gran parque (acá todo es grande), los chicos llevaban sus bicicletas, una pelota y ganas de echar vaina. Daniel tenia una bici hace tiempo en casa pero como no le habían puesto las rueditas no la había manejado nunca, así que el día anterior al de este relato, “Mua” estuvo colocando las susodichas, con un tenedor e hilo y aguja prácticamente, porque su mamá no tiene ni una herramienta en casa, el compadre se subió, rodó unas millas, también rodó por el suelo varias veces a pesar de las ruedas, lo que pasa es que las instrucciones para ponerlas estaban en ingles y en chino y caray, este pechito tiene suficiente con todas las lenguas castellanas que ha tenido que aprender en este viaje y durante su vida; las ruedas se movían, tomaban posición de alas y el chamo al suelo, las arreglábamos, apretábamos, el chamo al suelo, pero estuvo bastante tiempo arriba en posición de conductor, lo que pasa es que el tiempo en el piso le hizo pensarlo mejor, ser mas cauteloso… ya se le pasará.


La particularidad del parque al que fuimos (yo me fui por las ramas en este relato jajaja) es que en todo su entorno tiene una cancha con un recorrido (como el golf) para los jugadores profesionales de frisbie y no tanto, se ve bastante interesante y no son pocos lo que asisten a pasar la tarde o el día, haciendo el recorrido. Pude ver a unos cuantos locos lanzando el disco, el cual para lograr el punto debe ser depositado en un sitio especifico después de pasar por varios obstáculos (como el golf otra vez) muy interesante. Ahí estuvimos, los chicos rodaban en los columpios, Daniel pedía agua y comida, los sobrinos se le unían, los mayores (nosotros) sentados cual lobos marinos bajo el sol, un par de fiestas en los quinchos aledaños y nada… transcurrió la tarde.


Playas.


Les conté que Janice tomó unos días de vacaciones, bueno agarró el carro con nosotros adentro mientras Daniel estaba en el colegio y nos llevó a la playa, cerca del seacuarium, pero mas allá.


Como era día de semana y el tiempo estaba un poco frío, no había nadie, ni siquiera estaban los encargados de cobrar el estacionamiento y acá cobran por todo, como esta pasando en nuestros países, donde copiamos los “mejores modelos”, Yeeeee, toda la playita para nosotros, nuestras fieles amigas, “cuyas cuales” debieron ser colocadas de manera clandestina en vasos de cartón para que el salvavidas no las detectara y nos pidiera coño, todavía estaban heladitas… habían muy pocas jajaja. Llevamos bolsas de tonterías para comer, doritos, nachitos, futritos, gabdhuitos, etc. Nos sirvieron para la mayor distracción del día pero antes de eso debo contarles que este experto nadador se introdujo en las gélidas aguas miameras (estaba fría sin mentir) estuvo un rato retando a la naturaleza y luego mientras secaba al sol su delicado cuerpo, encontró la manera de sacar mejor provecho de los “itos”, aunque ya las chicas se habían adelantado; unas gaviotas sinvergüenzas, familia de aquellas de Veracruz, andaban rondando y con hambre, así que como nos encanta la naturaleza, los animales y la buena onda, empezamos a compartir con las aves nuestras provisiones, y bueno, cuando vean las fotos se darán cuenta de que tan mal la pasamos. Janice estaba feliz y pudimos conversar burda. Repetimos el plato otro día pero en otro horario, después de que Daniel saliera de la escuela para compartir con el la cuestión, también fue una amiga de Janice llamada Anastasia, fue como el día anterior, lo mismo pero con mas compañía y un niño, la pasamos muy chévere, un poco de aires nuevos y tranquilidad para nuestros cuerpos que ya están pidiendo clemencia ;-).

1 comentario:

  1. No sé que me gusta más, si lo que leo o lo que veo en las fotos!! Tremenda experiencia de vida la de ustedes. Si saben que son privilegiados verdad? Los quiero muchísimo, y un tilín más por llevarme de la mano a compartir, a andar a su lado.

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