La idea inició por hacer este viaje a través de nuestra América latina, a lo largo del mismo se dieron otras oportunidades y se convirtió en algo más allá. Esta bitácora está destinada a compartir con ustedes, las locuras vividas a través de una larga e interesante travesía en la que hemos tenido la oportunidad de visitar un sinnúmero de pueblos y ciudades de diversos países, ojalá la disfruten... y dejen sus comentarios que vamos a estar muy gustosos de leerlos.
jueves, 25 de junio de 2009
El Tropacuho y la estadía.
Carlos Franco es tropero, es Maracucho, es un pana al que solo faltaba abrazar, esa fue la razón principal de nuestra visita, aunque le habíamos propuesto organizar algo en Maracaibo, el tipo estaba muy asustado de tal compromiso porque en su tierra según él, solo su persona escucha el tipo de música que nosotros hacemos, así que señores, llegamos, con un plan de tres días en el calor-frio de la ciudad, era muy temprano, llamamos a Carlos quien diligente y gracias al trafico infaltable de nuestras ciudades, llego mas o menos a la hora de nuestro llamado, y eso que era temprano, ya a las 8 el calor auguraba una estadía uffffff. Llegamos al departamento asignado como nuestra morada oficial, “prendamos el aire”, en cinco minutos, estábamos congelándonos jajaja, bueno chicos acá están las llaves, esta es para tal puerta, esta abre aquella, esta otra hace no se que, el cuarto esta dispuesto, acá hay una neverita y bueno me voy a trabajar y apenas salga paso a buscarlos, por si acaso el centro comercial queda aquí a unas cuadras… descansamos y partimos a la hora en que las tripas comenzaron a reclamar hacia el centro comercial, 13:30, ayyyyyyyyyyyy ¡QUE CALORRR! jaja, a la distancia de tres cuadras tuvimos que albergarnos en un restaurancito familiar donde no tenían en ese momento jugo de cebada heladito pero bueno la oferta estaba bastante acorde a nuestros bolsillos y la sazón muy, muy aceptable, luego de matizar con unas costillas en coco, seguimos al centro comercial, donde tuvimos que pasar la tarde (por el calor) esperando la llegada de nuestro anfitrión quien al llegar nos indico que en el programa estaba ingerir unos riquísimos tequeños marabinos (no nos arrepentimos, que divinos estaban), nos fuimos a dar una vuelta por la ciudad (no hay fotos porque ya era de noche y andamos rodando así que las fotos no iban a salir ni por obra y gracia de quien le toque.
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