jueves, 25 de junio de 2009

Los paseos

La tarde esa después del centro comercial, pasamos por “El empedrao”, la plaza, el centro y que se yo, ya caída la noche, entrompamos hacia un bar restaurant muy peculiar, bohemio?? mas bien folclórico pachanguero pero muy chévere, pizas de todos los tamaños, chica, +o-, mollejua, triple mollejua y una entre medio que se me olvido, al igual que el nombre del susodicho lugar, unas rondas de jugo de cebada helado, unas fotos, conversa y bueno, ¿A dónde la llevamos?, a la casita pues, pero antes unos típicos perros calientes maracuchos, así termino la noche, el día siguiente, sábado…. esperaaaaaamooooos ay ni les cuento, pero bueno a la final muertos de hambre, fuimos con Carlos y Jorge (su pana de él) a comer un pollo a las brasa hecho por caleños en Maracaibo, donde el ave es trozada en pequeños y muy manipulables pedazos, colocada en la mesa acompañado con unas yucas, plátanos y papas, sin cubiertos mi gente, el compadre del local pasa con una caja de guantes plásticos desechables (no quirúrgicos) para que uno coloque su mano dentro y ataque las diminutas piezas de pollo, que estaban muy, muy buenas, lo malo de esta táctica es que uno no puede chuparse los dedos, pero la verdad es que …….. Anótese que cruzamos el puente de noche, llegamos a una de las orillas no sabría decirles cual pues no se cuantos lados tiene un lago que tiende a la geométrica redonda, llegamos a una playita y tomamos fotos en la oscuridad ayudados de las luces del carro, luego paramos en un terreno con una licorería al medio donde la gente llega, estaciona su carro, pone la música a todo volumen , trata de hablar, baila, consume bebidas alcohólicas y la pasa bien creo, lo único es que las variedades de músicas y los alto decibeles en que es escuchada, hace imposible la estadía de gentes que no entienden o no están en esa onda, luego el domingo teníamos una parrilla donde Jorge, a las 13:00, llegamos como a las cuatro, el tipo estaba muerto de hambre pero no es belicoso así que con santa paciencia bajo aquel solazo se dedico a prender los carbones y asar la carne; comimos, conversamos, escuchamos música y demases y bueno como ya nos habíamos enterado de que el autobús no salía en la noche sino en horas de la madrugada del próximo día, pasamos ahí la tarde, después dimos vueltitas, después nos comimos unos patacones que ni les cuento carambas, es un tipo de hamburguesa o sándwich, donde el pan es suplido por plátano hecho tipo tostón y el relleno …ayyyyyyy que delicia mi gente, y bueno, creo que no olvido nada solo agradecer a Carlos y a Jorge porque la pasamos muy bien, a pesar de la pasteurización – salir a la calle con 40 Cº y entrar a cualquier espacio, carro, tienda, restaurant, CC etc, donde los aires acondicionados hacen parecer que estas en un frigorífico -.

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