sábado, 27 de junio de 2009

Salida por la ciudad amurallada… Adolfo

Luego de instalarnos en el hotel, nos duchamos, nos alistamos y salimos; Diana llego a los 15 min y nos fuimos a comer alguito pues el hambrenómetro (otra nueva ;-) ) ya estaba picando arriba, nos contó que nos juntaríamos con Adolfo, de quien ya teníamos conocimiento de causa por los panas de Pereira. Llegamos a destino, El loco llego 5 minutos después, pedimos, comimos y … vamos carachos a conocer la ciudad. Cuenta Adolfo, quien también vive en las afueras, que cuando le dice a su hija que van a ir al norte, a la ciudad amurallada, ella le dice ¡VAMOS A CARTAGENA! … cosas de niños. Bueno era de noche ya, los muros estaban iluminados por sendos faros, todo dispuesto, la verdad es encantador, una vista muy agradable para los transeúntes nocturnos, colores diversos, cafés, sillas dispuestas en las aceras para disfrutar de la noche de la brisa del mar, cervecitas en la plaza, bailarines, acróbatas, malabaristas, turistas, etc. Es bastante grande la ciudad, aunque atractiva; subimos a la muralla para divisar el mar, ¡lindooo! nos tomamos fotos, paramos en una de las plazas, nos sentamos, conversamos, Adolfo tiene una imprenta y trabaja junto a Diana con las comunidades, es oriundo de Cartagena, conversa con gran pasión de la ciudad, de lo que brinda, de lo que no brinda, de su gente, de las movilizaciones a las que es obligada cierta población, nos conversa, nos conversa, nos conversa, muy interesante la verdad, es atento, muy buena onda. Bueno de la ciudad de noche solo puedo decirles eso, es muy linda la verdad.

Al día siguiente… “La ciudad de día” ya no hay luces, solo el sol abrazador sobre nosotros, las aceras pobladas de vendedores, gente que ofrece de todo paseándose en carretillas por toda la ciudad como ya les conté, gritos, negocios, turbulencia peatonal, “LA CALLE Y SU GENTE”, lo disfrutamos también al máximo, estuvo lindísimo el paseo, ya al medio día quedamos en juntarnos con Adolfo, quien nos llevó a uno de los bares mas tradicionales y antiguos de Cartagena, allí calmamos la sed y nos refugiamos del calor, tomamos fotos, Salí un rato a dar abrazos, Luz no aguantaba el calcinante sol, la respuesta de la gente fue muy linda aunque los abrazos fueron dispersos, Diana no aparecía, se le complico el día pero ya llegará, es el día de nuestra partida, en horas de la tarde tomaremos el avión (primero en esta gira) pues el viaje en lancha que queríamos hacer quedo frustrado por tiempos y causas ajenas a nuestra voluntad como por ejemplo, que el bus en Maracaibo saliera en un horario diferente al que se nos dijo, lo cual nos retraso un día, o que el aeropuerto en Obaldía estuviera en refacción, situaciones estas que nos hicieron dudar acerca del arribo a tiempo de estos pechitos para la presentación del jueves 4 en ciudad de Panamá; llegó Diana, día agitado pero siempre dispuesta a compartir un juguito de cebada fermentado y heladito…

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