La Florida ...

El primer fin de semana, nos llevaron nuestros compañeros de habitación a La Florida, hay que tomar un transporte bastante peculiar llamado “La chiva”, el trayecto más largo que hace es de aprox. una hora y media hasta “El Cedral” donde comienza una travesía tremenda por caminos históricos, pero primero lo primero gente, ahí pasamos la tarde caminando, jugando futbolito de manera muy sana, conocimos las tortas de trucha, Luz lloro de la emoción con un picante extraordinario, y conocimos el juego “TEJO” que existe en varios países pero esta versión es primera vez que la veo, consiste en arrojar una pieza maciza de hierro, que tiene una forma específica, de un lado a otro de la cancha, que mide alrededor de 20 metros, la recibe un cajón lleno de un barro medio arcilloso en donde se entierra un aro y se le colocan dos triángulos blancos que son explosivos, uno arriba y otro abajo, la idea es que al uno lanzar su rueda de hierro, esta choque el triangulo y al empujarlo hacia el aro de metal, estalle (que complicado) el que logre esa vaina, es el ganador; juegan en equipos y vi varios triangulitos explosivos volar por los aires gente.
Durante este paseo nos detuvimos en un kiosco donde un par de señores, que se veían muy panas, se encontraban guitarra en mano canturreándole al día, así que nos sentamos y disfrutamos de varias canciones, filmamos dos con su permiso y seguimos nuestro paseo. Sebastián estaba muy divertido y su amiguito muchísimo más (pensaba que íbamos a pescar) pero a la hora de meterse en la piscina, la cosa cambió. Así nos agarro la tarde y tuvimos la suerte de que un pana de Esneider coincidiera con nosotros en la bajada y nos dio la cola en su camioneta de transporte escolar.