Austin, Juan y Ana.

De nuevo acá, pero con diferentes anfitriones, aunque no dejaremos de ver a Mauricio y familia. Ya conocieron a Juan y Ana por nuestra visita anterior pero ahora conviviremos con ellos, Austin nos recibió con una fuerte lluvia, ojala que nuestra estadía no sea de aguas jaja. Los chicos tienen una carpintería, ambos trabajan ahí, están un poco preocupados por no poder pasearnos mucho pero a nosotros no nos importa, ya veremos a donde vamos y como, esta también el programa de radio, las comidas de Ana, con su buena porción de chile, conocimos a parte de sus amigos, fuimos a comer donde una señora que no puedo recordar su nombre pero su sobrenombre es muy singular, no lo pondré acá para no herir susceptibilidades. Bueno Ana y Juan de los Ángeles son muy especiales ambos, radicales en muchos aspectos idiosincrático,, nos asignaron nuestro cuarto, prepararon cafecito todas las mañanas, conversábamos todas las noches de nuestra estancia y nos ayudaron con el transporte hacia los lugares de presentación acá en la ciudad, arte en el que el pana Mauricio también participo. Juan es vegetarianísimo, salir a comer con él es una vaina porque además no le gustan muchas cosas, así que por lo general come en los mismos sitios siempre jajaja, ahí en su casa nos despidieron otra vez los antiguos y nuevos amigos y conocidos, pasamos una estancia muy agradable junto a estos ejemplares y les agradecemos muchísimo habernos albergado en el calor de su hogar.