Los primeros paseos fueron para abajo del edificio, a la playita, había que aprovechar porque el pronóstico del tiempo no era bueno para las siguientes jornadas, bajamos sillas, algunas provisiones, protector de piel (no sé por qué lo llaman solar si el sol no necesita protección) nuestros trajes de baño y ganas de meterse al agua?, bueno este pechito la verdad es que no, el mar no estaba así como que muy tranqui para mi gusto, pero igual, participé de las excursiones a la arena.
El itinerario nos ofrecía un paseo al Safari león, para allá nos encaminamos gente, a ver a los animales salvajes en su ambiente o en un ambiente copiado lo mejor posible al de su origen natal. Hay un montón de vida salvaje para ver, antílopes, chimpancés, pelicanos, ñus, monos, rinocerontes, jirafas etc, en diferentes espacios que tienen nombres acordes al lugar de donde provienen sus habitantes, pero la atracción principal, el rey de la selva junto a sus chicas se encuentran en un espacio bastante reducido, con rejas altas para que no vayan a pasarse de listos y quieran ir comerse a los otros animalitos, bueno como es un safari saben ustedes que deben entrar en carro, recorrer el espacio a velocidad moderada, no abrir las ventanas ni bajarse del automóvil, fascinarse con la vida salvaje que posiblemente no podrán ver en su lugar de origen y disfrutar del paseo, eso es lo más importante, luego se puede estacionar y pasar a las instalaciones donde se encuentran otros habitantes del mundo, pero estos si en celdas, como los manatíes, caimanes y cocodrilos, algunas aves, un pobre perezoso, tortugas, etc.
Para culminar con broche de oro, hay que darse una vuelta hacia el otro gran espectáculo, darle de comer a las jirafas y ver las gracias que pueden hacer cuando sus cuidadores y entrenadores les dicen con señas, que bajen la cabeza, que vayan a la derecha, a la izquierda, que saluden, que se sienten, que se hagan las muertas, etc, es emocionante estar ahí paradito con tu ramita vegetal en la diestra, o en la siniestra, da igual, esperando que una de las jirafas pase por ahí y coma de tu mano, aunque hay que lidiar con 100.000.000 de personas que quieren hacer lo mismo, no es imposible, y ver las caras de satisfacción de los asistentes es reconfortante. Bueno, un heladito y nos vamos, que la tarde ha sido fructífera.
Mas reino animal, esta vez acuático, nos movilizamos hacia el “mundo marino” en Miami, tiene varias estancias y al entrar te entregan un horario con las diferentes funciones que dan las principales atracciones del parque, los lobos marinos, los delfines, y la orca asesina, entre función y función hay tiempo para ver los estanques del acuario, donde se encuentran un sin número de peces, mariscos y moluscos, también hay una atracción diferente, una que no pasan en televisión y no se ve en las películas, no liberan a Willie ni flipper rescata a nadie… ver comer a los tiburones, eso estuvo muy chévere pero déjenme decirle que la chica que los alimentaba debía lidiar con los pelicanos que venían a robarle la comida a los escualos, que eran varios y de buen tamaño, creo que tengo fotos de eso, y bueno los espectáculos mencionados por este servidor al principio, fueron muy bonitos y atractivos, en todos hay que sitiarse bien arriba y no muy al frente porque si no saldrás mojado si o si, es parte del show, los animalitos lucían contentos, interactuaban con sus congéneres racionales y montaron unas rutinas bien chéveres y llamativas, todos ellos.
Un día temprano, puedes planear tomar un taxi acuático en alguno de los paraderos establecidos para dichos vehículos y pasear por los canales de Forloderlade, es bonito y llamativo, puedes armar tu itinerario para llegar a algún punto donde puedas almorzar y tomarte unas chelas, también se debe tomar en cuenta que aunque estés en Florida, debes llevar abrigo por si acaso. La verdad es que lo único que te ensañan y ves durante el recorrido y de lo que te cuentan los guías es de la cantidad de dinero que hay invertida en esos lugares, casa de cien millones de dólares, yates de 40 millones, baños de casa de 14 millones, que si el artista tal alquilo la casa del otro una temporada por trescientos mil al día y que se yo, el agua estaba clara, el taxi acorde, los visitantes perplejos y bueno gente… cada loco con su tema, igual disfrute del paseo, la comida y la compañía.
Las otras salidas fueron para comer y comprar en algún centro comercial, las comidas estuvieron muy buenas carachos, y estos gringos sirve platos para uno donde pueden comer tres, estuvimos en buenos restaurantes y disfrutamos mucho de las diversas ingestas que compartimos durante esta etapa del viaje, las compras fueron un pequeñísimo suplicio para este pechito, pero bueno hay que apechugar gente además la mamá de Luz quería complacer a su hija con muchísimo cariño y este pechito también fue atendido de igual manera así que c ero quejas compadre y muchísimas gracias a Don Carlos y La señora Luz por las atenciones , el cariño y los días que pasamos juntos de los cuales no debo dejar de mencionar que también hubo tiempo para cocinar en casa y compartir platillos caseros y conversas de media tarde muy agradables, siempre es un gusto estar con la familia.
El itinerario nos ofrecía un paseo al Safari león, para allá nos encaminamos gente, a ver a los animales salvajes en su ambiente o en un ambiente copiado lo mejor posible al de su origen natal. Hay un montón de vida salvaje para ver, antílopes, chimpancés, pelicanos, ñus, monos, rinocerontes, jirafas etc, en diferentes espacios que tienen nombres acordes al lugar de donde provienen sus habitantes, pero la atracción principal, el rey de la selva junto a sus chicas se encuentran en un espacio bastante reducido, con rejas altas para que no vayan a pasarse de listos y quieran ir comerse a los otros animalitos, bueno como es un safari saben ustedes que deben entrar en carro, recorrer el espacio a velocidad moderada, no abrir las ventanas ni bajarse del automóvil, fascinarse con la vida salvaje que posiblemente no podrán ver en su lugar de origen y disfrutar del paseo, eso es lo más importante, luego se puede estacionar y pasar a las instalaciones donde se encuentran otros habitantes del mundo, pero estos si en celdas, como los manatíes, caimanes y cocodrilos, algunas aves, un pobre perezoso, tortugas, etc.
Para culminar con broche de oro, hay que darse una vuelta hacia el otro gran espectáculo, darle de comer a las jirafas y ver las gracias que pueden hacer cuando sus cuidadores y entrenadores les dicen con señas, que bajen la cabeza, que vayan a la derecha, a la izquierda, que saluden, que se sienten, que se hagan las muertas, etc, es emocionante estar ahí paradito con tu ramita vegetal en la diestra, o en la siniestra, da igual, esperando que una de las jirafas pase por ahí y coma de tu mano, aunque hay que lidiar con 100.000.000 de personas que quieren hacer lo mismo, no es imposible, y ver las caras de satisfacción de los asistentes es reconfortante. Bueno, un heladito y nos vamos, que la tarde ha sido fructífera.
Mas reino animal, esta vez acuático, nos movilizamos hacia el “mundo marino” en Miami, tiene varias estancias y al entrar te entregan un horario con las diferentes funciones que dan las principales atracciones del parque, los lobos marinos, los delfines, y la orca asesina, entre función y función hay tiempo para ver los estanques del acuario, donde se encuentran un sin número de peces, mariscos y moluscos, también hay una atracción diferente, una que no pasan en televisión y no se ve en las películas, no liberan a Willie ni flipper rescata a nadie… ver comer a los tiburones, eso estuvo muy chévere pero déjenme decirle que la chica que los alimentaba debía lidiar con los pelicanos que venían a robarle la comida a los escualos, que eran varios y de buen tamaño, creo que tengo fotos de eso, y bueno los espectáculos mencionados por este servidor al principio, fueron muy bonitos y atractivos, en todos hay que sitiarse bien arriba y no muy al frente porque si no saldrás mojado si o si, es parte del show, los animalitos lucían contentos, interactuaban con sus congéneres racionales y montaron unas rutinas bien chéveres y llamativas, todos ellos.
Un día temprano, puedes planear tomar un taxi acuático en alguno de los paraderos establecidos para dichos vehículos y pasear por los canales de Forloderlade, es bonito y llamativo, puedes armar tu itinerario para llegar a algún punto donde puedas almorzar y tomarte unas chelas, también se debe tomar en cuenta que aunque estés en Florida, debes llevar abrigo por si acaso. La verdad es que lo único que te ensañan y ves durante el recorrido y de lo que te cuentan los guías es de la cantidad de dinero que hay invertida en esos lugares, casa de cien millones de dólares, yates de 40 millones, baños de casa de 14 millones, que si el artista tal alquilo la casa del otro una temporada por trescientos mil al día y que se yo, el agua estaba clara, el taxi acorde, los visitantes perplejos y bueno gente… cada loco con su tema, igual disfrute del paseo, la comida y la compañía.
Las otras salidas fueron para comer y comprar en algún centro comercial, las comidas estuvieron muy buenas carachos, y estos gringos sirve platos para uno donde pueden comer tres, estuvimos en buenos restaurantes y disfrutamos mucho de las diversas ingestas que compartimos durante esta etapa del viaje, las compras fueron un pequeñísimo suplicio para este pechito, pero bueno hay que apechugar gente además la mamá de Luz quería complacer a su hija con muchísimo cariño y este pechito también fue atendido de igual manera así que c ero quejas compadre y muchísimas gracias a Don Carlos y La señora Luz por las atenciones , el cariño y los días que pasamos juntos de los cuales no debo dejar de mencionar que también hubo tiempo para cocinar en casa y compartir platillos caseros y conversas de media tarde muy agradables, siempre es un gusto estar con la familia.
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