lunes, 14 de junio de 2010

DF.

Otra vez acá, y demás está decirles que la pasamos en casa de Roció pues, nuestra amiga no estaba en su hogar, pero estos pechitos tienen la llave del departamento desde el 2007 y el “Azul” (así llamaremos a Eduardo, el compañero de Roció) iría a vernos en el transcurso del día. Cuando llegamos estábamos preocupados por esta ausencia, pero ya en el transcurso de los días llegaron buenas nuevas para todos y el felizómetro tomo niveles normales y hasta se atrevió a subir un poco más, ya les hablamos de este par de dos, así que nos saltaremos esa parte, pero vamos a resaltar como siempre que la atención estuvo “extraminaria” y que el cariño afloraba en la piel. En esta parte de la vida de Roció hubo un pequeño infortunio que estos pechitos debieron salvar; por causas ajenas a su Voluntad Roció no pudo asistir al concierto de Caetano Veloso, uno de sus ídolos, las entradas estaban compradas con antelación y había que hacer algo por ella así que al preguntarnos que si queríamos ir a ver el concierto de este compa en el Auditorio nacional de México, tuvimos la penosa labor de decirle que aceptábamos, y bueno… nos pasó las entradas, nos fuimos al recital, la vaina estuvo reloca, Luz no entendía nada, yo un poco más que ella por haber visto videos de Caetano, al cual seguimos desde mucho tiempo pero no habíamos visto en el escenario, un rock distorsionado muy chévere, la gente deliraba, Luz seguía sin entender, yo seguía las armonías y las luces, el show terminó, llegamos a casa, Roció nos preguntó al día siguiente que tal había estado, Luz le comenta, Roció se tira los pelos, Luz no entiende, Roció quiere matarla – Claro que me gustó amiga, solo que yo me esperaba otra cosa – Pero si eso es Caetano, esas locuras eran las que quería verrrr – Ayyyy perdón, pero yo esperaba cucurrucucu paloma y otras en ese estilo – Bueno, así es la vida.

Nuestra estadía en la capital mexicana no fue muy larga esta vez pero la disfrutamos a mil, incluso retomamos viejas costumbres que más adelante comentaremos; el arte culinario no estuvo presente tampoco pues decidí que debía darle un respiro a mi organismo tomando solo jugos naturales y una sopa de vegetales durante los 7 u 8 días que permanecimos por acá, la ciudad se está preparando para el centenario de la revolución y el bicentenario de la independencia, la cosa estará buena para esas fechas.

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