lunes, 16 de agosto de 2010

Copán ruinas

Tomamos el bus para ir a visitar las ruinas de Copán, es muy posible que este sea nuestro último sitio arqueológico en estas locuras, veremos que nos ofrecen estas magnificencias de la arquitectura prehispánica. El viaje dura sus tres horitas, buses rurales son los únicos que llegan haciendo sus paradas correspondientes, la idea es viajar ida por vuelta, nos cuentan que las ruinas no son muy grandes y que en espacio de hora y media pueden ser recorridas en su totalidad, veremos que nos depara el destino.

Llegamos cerca del medio día al pueblo de Copán ruinas, nuestro cargamento no era sino la mochila, hacía un calor de aquellos caballero, después de preguntar, tomamos una moto taxi hasta la ciudad antológica, por precaución y para no perder el ultimo bus que sale a las cinco de la tarde le pedimos al tachero su número telefónico para ver si pasaba por nosotros. La distancia del pueblo a las ruinas es corta, caminando serán unos 15 minutos pero no tenemos tiempo que perder. Llegamos, pagamos entrada para extranjeros e hicimos nuestro acto de presencia mapita en mano, pasando por un puesto de control de entradas y mochilas donde había unas guacamayas cerca haciendo su vida en parsimonia. Como decirles que las ruinas de Copán son las que más nos han impresionado, de este lado del continente; no están casi restauradas, hay solo un par de pirámides importantes en la que se ha invertido para tal fin, lo demás se encuentra tal cual como era originario. Puedes encontrarte piedras regadas por todos lados, la mampostería sin retocar, arboles que brotan de las entrañas de las edificaciones, misticismo, energía, belleza, aquí se encuentran las estelas más grandes y altas que los arqueólogos hayan visto hasta ahora, la verdad es que son impresionantes, como no teníamos guías por cuestiones monetarias (esos carajos creen que uno va al trono y reproduce monedas desde el yo interior) no nos enteramos de el por qué de cada una, su significado, pero repito, son impresionantes. El calor también lo era, en menos de 15 minutos ya mi franela no valía ni medio, estaba mojada entera, eso iba a ser un problema para el regreso porque viajando ya de noche y con las ventanas abiertas si o si, puede traer consecuencias. Han descubierto un par de túneles pero para eso hay que pagar también, tu entrada no te da derecho a pasear por las intimidades de las pirámides. Hay espacios donde solo estas tú, la majestuosidad y el bosque, parecen recónditos, inaccesibles, lindos de verdad. Pasada la hora y media ya estábamos en el patio central, debimos empezar por ahí porque en el momento en que llegamos estábamos agotados y el calor abrumaba demasiado, no nos dejaba pensar ni disfrutar, pese a ello nos armamos de valor y terminamos el recorrido, algo apurados pero no por ello dejamos de disfrutarlo. A la salida, que es la entrada también, ya las guacamayas se encontraban abajo saludando y peleando entre ellas, las filmamos, las disfrutamos también y mas porque estábamos a la sombra de la espesura del bosque, salimos y llamamos al compa, el teléfono estaba ocupado, paso entre nosotros el ave de la discordia y se presentó la disyuntiva de si nos quedábamos esa noche o no íbamos pal carachos, la discusión no duro nada, perdí y nos quedamos así que ya tomada la decisión, caminamos hasta el pueblo, enseguida sonó el celular y le pedimos al compa que nos llevara a un hotelito B.B.B, el compa nos llevo al sitio justo, el dueño nos atendió súper chévere y no estaba nada pero nada mal gente. Dejamos las cosas y fuimos a resolver un pequeño problema, mi franela no daba para más, debíamos ver si conseguíamos una para no andar empapado el resto del día, preguntamos por un mercado y nos dijeron que había un agachón cerca, caminamos hasta allá y ¡voila! la talla justa a un precio justísimo caray, me coloque el polo, comimos algo ahí mismo en el mercado y luego de dar una vuelta, nos fuimos al hotel a descansar, había que estar preparados para lo noche, ya saben que a Luz le encanta mirar los pueblos de noche con sus luces encendidas.

Así lo hicimos gente pero resulta que el pueblo muere ultra temprano jajaja, no había nada que hacer sino dar vueltas y ver luces encendidas, ningún sitio donde meterse a tomar algo, solo fotos, así que nuestra incursión no es que haya sido negativa porque el paseo estuvo lindo pero si fue diferente a lo que esperábamos, de todas maneras quedarnos en el pueblito de Copán ruinas fue muy buena decisión lo acepto, descansamos, disfrutamos, y a la mañana siguiente retornamos ha San Pedro para cumplir con nuestros compromisos y mudarnos de casa, que los chicos tienen que viajar y estos pechitos serán trasladados a donde nuevos amigos.

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