lunes, 16 de agosto de 2010

El concierto.

Fuimos invitados a tocar en el Centro Cultural Sampedrano por Lester Herrera, director de la Biblioteca municipal, en el edificio que alberga a dicha institución y que es cede de un colegio acá en San Pedro Sula. Lester nos citó para conversar con nosotros y quedar en una fecha. La propuesta está muy interesante, habrá un pequeño conversatorio antes del concierto con chicos de varios colegios incluyendo el anfitrión, muchos de ellos estudiantes de música, enseguida bajaremos a la sala para dar el concierto. Se consiguieron entrevistas en el diario para cubrir el evento y me voy hacia este lado porque pasó algo bastante particular. Como hace tanto calor en esta ciudad, por lo menos los foráneos andamos todo el día en pantalón corto, así me presente en las oficinas administrativas del periódico que nos citó para entrevistarnos, cuando el periodista sale a la sala, pone cara de mmmm, yo enseguida capté la situación, no es primera vez que me pasa, el guardia de seguridad le dice que no puedo entrar vestido así, el tipo le explica que somos invitados extranjeros, que no conocemos las reglas y que es lógico que andemos en short pues, el carajo no da su brazo a torcer a él le pagan por hacer cumplir las normas, la discusión se tarda sus buenos minutos e intervengo, le digo a Alfredo que no se preocupe, que podemos sentarnos en cualquier sitio para responder sus preguntas, el agradece, nos pide disculpas por los inconvenientes y partimos a la cafetería de enfrente, una vez sentados le pregunto el por qué de la norma en el edificio y él me responde que es porque eso es signo de pertenecer a la resistencia, de estar en contra del gobierno, ahí caí en cuestión. El país está muy dividido en estos momentos yo me reí a carcajadas se los juro, no podía entender que andar en pantalón corto tuviera esa trascendencia, el diario al que estamos ofreciendo la entrevista tiene posición “golpista” según los entendidos, nosotros solo estamos apoyando una actividad para chicos del pueblo hondureño.

Algunos de ustedes me han hecho saber que estoy contando muchas cosas con negatividad, yo les digo que no son cosas negativas, son experiencias de las que todos podemos y debemos aprender y aquí les dejo esta también no sin antes decirles que hubo buenísima onda en todo momento entre nuestros anfitriones y nosotros pero no por eso el mal ha sido redimido. Le pasamos las exigencias técnicas a la gente de la biblioteca para dar un concierto chévere, debemos tomar en cuenta que no cobramos un veinte pues en este tipo de participaciones que hacemos para jóvenes, si las instituciones no “tienen”, tratamos de entenderlos no al 100% pero bueno, esa es harina de otro costal; lo que si pedimos casi como exigencia es que el sonido sea acorde a la situación para que la info y el trabajo llegue como debe ser y como cada uno de los espectadores se merece, qué pasó? Carachos lo de siempre, creen que porque el “Sonidista” les dice que poseen la cantidad de micros son esos los que salvarán y por mas que se les explique que cada micro tienen su función en particular, cuentan que no saben de eso y que eso es lo que hay, no deberíamos dejar pasar esas cosas y ya nosotros hemos dejado algunos escenarios por lo mismo pero bueno acá es diferente (creo), la prueba de sonido fue larguísima, todo se atrasó, pero el conversatorio se dio y de qué manera, hubo preguntas muy chéveres e interés en las miradas de los muchachos, ahí cantamos un par de canciones a manera de anuncio de lo que se venía, siendo todos estudiantes de música clásica tienen sus inquietudes, pelones y les gusta el regetón (ayyy) pero sus frutos tuvo la reúna con estos chicos, eso pudimos notarlo, sentirlo.

Nos trasladamos a la sala y ya la gota que derramó el caos se hizo notar no en el sonido sino en el calor, el aire acondicionado no funcionaba y eso produjo que el 40% de los asistentes abandonaran la sala, pues era insoportable la situación, resulta que el auditorio lo acababan de remodelar y faltaba acondicionar el aire, ayyyyy, nosotros teníamos un ventilador a nuestras espaldas que amainaba la cosa pero la verdad es que San Pedro goza de un punto muy en contra y es ese calor abrumador y ultra húmedo que la posee, se dio el concierto, estuvo chévere, calor humano y del otro, los que aguantaron dieron muestras de agradecimiento no por haber terminado para poder salir al fresco jajaja y bueno después conversamos con Lester y le explicamos lo que ya había entendido en terreno al igual que la gente de Cangrejal y algunos otros.

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