viernes, 6 de agosto de 2010

Paseos y reúnas.

Al cangrejal con Guillermo

El río Cangrejal es unas de las zonas de escape de nuestro pana, quiso compartir con nosotros esa experiencia, pasó a buscarnos en su camioneta y partimos bordeando las orillas del rio para visitar varios puntos en él donde tomaríamos una que otra cervecita disfrutando de la vista y el murmullo del agua sobre las rocas. Una de las paradas fue en la ubicación de un puente colgante muy pero que muy “chido” y largo, nos paramos en medio para tomarnos fotos, la sensación es de película, ya hemos cruzado estos puentes hasta en carro pero cada uno genera algo distinto, por lo menos en mi persona, no sé si es por el paisaje, el color de las aguas que cruzamos o que se yo pero eso le da un encanto especial y particular, cada uno tiene identidad propia. También visitamos a un amigo que tienen un hostal por allá arriba, un primer amigo eh porque la historia se repetirá un poco más arriba, este compa alquila canoas, kayaks, ruedas y afines, para hacer un descenso divertido y extremo por las aguas del río, el hotel está ubicado sobre las enormes piedras del la rivera y en ellas se hacen pequeñas piscinas donde depositamos los piecitos mientras deleitábamos nuestro mirar acompañados de una Port Royal bien helada y hacíamos fotos a diestra y siniestra. La otra parada, el otro amigo, es alemán, se quedo por acá luego de adquirir un terreno que destino a su negocio, es un hotel muy bonito, cabañas en realidad, no tan a la orilla del río, tiene un restaurant muy chévere donde hay colgadas unas obras en madera que asemejan peces y que tienen su historia bien particular.

La tarde se nos dio entre vistas, vistas, helenas, fotos y conversas, luego bajamos para ensayar un poco en el restaurant de un pana de Guillermo en Sambo Creek, nos comimos un pescado muy sabroso, logramos el objetivo del día y seguimos hacia la Ceiba de seguro terminaríamos la noche en alguna reunión o en El Guapo.

El Cangrejal… la Guapa.

“Chicos el lunes es mi día libre, si quieren vamos al río” ya si fue, la loca esta llevo pollo asado, tortillas, una java con sus chelas bien helenas, chicarrones y no recuerdo que más cosas, pero cuando llegamos a la poza que acostumbra visitar estaba cerrada, carachos justo el dueño tuvo que salir de urgencia a San Pedro y dio orden de que no se abriera el establecimiento así que hubo que improvisar, pero no mucho, mas adelante hay unas pocitas que conozco y están bien chéveres. Para allá partimos, cinco minutos más de carretera, cuando llegamos la dueña del sitio nos recibió sonriente, la Guapa le pregunto que si se atrevía hacer unos frijoles con arroz, yo me preguntaba quien más vendría para comerse todo eso, pero bueno…

El agua estaba del carajo señores, no hay otra expresión que pueda describir esa sensación, la poza era toda de nosotros pues no había gente, luego llegaron otras personas pero tomaron posesión de otro sitio, habían pececitos voraces en el estanque, me gasté un montón de cazabe en ellos, no el que tenia picante y chicharrón ese estaba para seres humanos nada mas, ¡que delicia! pero el otro sí que contribuyó a la causa. Comimos, bebimos, conversamos, nadamos, la señora de la entrada bajo los frijoles y el arroz, conversamos, cominos, nadamos bebimos, tomamos fotos, comimos, conversamos, le dimos cazabe a los peces, tomamos fotos, bebimos y nadamos hasta que nos cansamos, de ahí para la casa, que mas podíamos hacer si el Guapo estaba cerrado jajaja.

Cumpleaños de Elián y algo más.

Quien es Elián? No el de la balsa gente, este chamo que no es tan chamo ya, es el hijo de……………….. La guapa caray, así que a su casa fuimos a parar ahora para celebrarle el cumple al muchacho. Sandra tenía todo listo para preparar un Chop suey de aquellos, ¡que rico le quedó! No habíamos mucha gente, unos tres amigos del cumpleañero, su primo y nosotros, que esta de mas decirlo, el tipo nos conocía, no íbamos a caer de arroceros en su cumple, no señor. Nos colocamos en sitio estratégico dentro de la casa donde los muchachos no se sintieran invadidos y pudieran tomarse sus tragos en paz mientras nosotros hacíamos lo propio con las salvavidas en compañía de la infaltable conversa mientras Sandra preparaba el platillo oriental. Comimos riquísimo, llegó la hora de partir la torta, el canto un desastre, de nuevo y sin entender el por qué, escuché entonar el cumple años feliz en idioma foráneo, anglo para ser más específico, coño es que no tenemos identidad? No comí torta, prefería repetir chop suey ¡qué delicia! (otra vez), el Guapo apareció para la torta, es dulcero el compa, y así como empiezan los cumpleaños, se acaban, nos dejaron en casa y hasta otro día mi gente que de seguro es mañana.

Otra salida que hicimos con Sandra y su Guapo fue a uno de los restaurantes de la competencia, todos se conocen en la Ceiba así que no hay particular recelo en muchos aspectos. Esta noche los chicos querían que escucháramos aun gringo loco, ya mayorcito que canta en ese espacio, es aficionado, trata de hacer canciones en castellano y le quedan chéveres, el techo tenía como veintiséis ventiladores, llovió esa noche pero escampo a mitad de la presentación. Comimos alguito, tomamos juguito de cebada fermentado y muy frio, escuchamos la música y la pasamos muy chévere con los panas. Así se fueron dando los días y sus no ches en la Ceiba, desayunos en un puestico de comida cerca de ODECO donde las empanadas estaban muy ricas y baratas, Luz se hizo muy amiga de las baleadas de queso con aguacate y a media tarde bajo aquel calorón, era el sitio que ofrecía la chela más barata además de friiiiiita.

Otra cosita y aparte fue conocer parte de las tradiciones en la Ceiba, encontrándonos en un lugar que jamás podrán imaginarse si es que no lo menciono ahora mismo “El Guapo”, llegaron unos personajes típicos a ofrecer una danza, venían con sus tambores, caparazones de tortuga moco elemento de percusión sus voces y varios chiquillos vestidos de mujeres con mascaras y penachos altos en sus cabezas. Nos explico Guillermo y Sandra que antiguamente los guerreros usaban esa vestimenta y danzaban para distraer y engañar a los enemigos, que se acercaban para ver a las chicas bailar y en ese momento los guerreros atacaban dejando el baile, instrumentos y vestimentas, por eso las mascaras de donde deriva el nombre de ese baile tradicional “Los Máscaros”

También asistimos a los carnavales de la Ceiba, cada barrio tiene un día para preparar su carnaval y presentar su carroza alegórica, bailes y otras cosas, el día sábado, todos se reúnen en la avenida principal de la ciudad en una especie de concurso para hacer el cierre del carnaval ceibeño. Acudimos aunó de los barrios una noche para echar una ojeada, mucha gente se moviliza a disfrutar de las ofertas culinarias, bebidas y refrescos, se colocan varios entarimados para exponer corrientes musicales ¿diversas? Ahí ya me dio depresión cuando pude constatar que en ninguno de los escenarios podía disfrutar de la música de esas tierras, los tambores brillaban por su ausencia y los bailes indecorosos eran parte de lo que se exponía ante niños menores de edad, jóvenes, adultos, señoras, señoritas, abuelos, etc. Uno de ellos (de los bailes) fue demasiado para mí, no por lo que se veía, sino por el sitio, el momento y el público. Me dio mucha tristeza, no podía creerlo. Ojalá que no muramos sin ver o producir un mínimo cambio en este fenómeno de estupidización, desarraigo y desenfreno en el que están sumiendo a nuestros pueblos.

2 comentarios:

  1. Me encantó coincidir con ustedes por tantos sitios, y estoy segura de que nos volveremos a encontrar al otro lado del charco (o donde sea). Eulogio, se me grabó muy adentro lo que me dijiste y no volveré a "hacer esa huevada de saludar a lo español" jajaja. Un abrazo muy fuerte y mucha buena energía para el Camino.

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  2. Chevere pues mujer, y tampoco dejes los carteles guardadosssss ehhhh.

    Un beso.

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