Al fondo, nos esperaba el cuarto tropero con un banner dándonos la bienvenida y reconfirmándonos que estábamos en casa de la familia, nos paseo por donde pudo, nos acompañó de igual manera, nos apoyo en los conciertos cobrando entradas y vendiendo discos, junto a su vecina Aide una loca simpatiquísima que siempre estaba riéndose con su risa muy particular, nos consiguió casas prestadas con los amigos en la playa y guió nuestros viajes fuera de la capital (ella no pudo ir). Anduvo enferma por esos días pues sufre de alzas del azúcar, felizmente anda mejorcita ya, hay que cuidarse amiguita!!. Nos quedamos mas de lo programado ya que era inminente que no podríamos tocar en Honduras aunque tuviéramos muchas ganas y esos diez días que estaban destinados a ese país los pasamos acá en Nicaragua. La fuerza de Bea es contagiosa y ojala que no desfallezca debido a su salud y la de su madre, porque es una mujer con mucha valía de verdad. El dia que llegamos nos recibieron con un indio viejo (comida típica de allá) servido y cocinado por Martha, la chica que acompaña a Beatriz y la ayuda en los quehaceres del hogar, ella también fue muy atenta conversadora y chévere con estos pechitos, y bueno gente… a descansar un poco, que llegamos agotados. Gracias Bea por tanto Cariño!
martes, 15 de septiembre de 2009
Bea, la morada, el cuarto tropero…
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Gracias a ustedes, por dejar en nuestra casa recuerdos imborrables. Los bbs van creciendo, en la casa se quedaran dos de ellos. Un abrazo desde cerca y desde siempre.
ResponderEliminarEl Ingenio azucarero...ahi lo vamos controlando.