Dos noches en Guatemala

Luego de unas cuantas horas de viaje y de cruzar el sur oeste de Honduras y todo el Salvador llegamos a Guatemala, en la capital a eso de las 19:00 nos estaba esperando un familiar (tropero) desconocido “La joya del Petén” Oswaldo Cabrera, luego de coordinaciones por el cyber espacio y otras vicisitudes, la tropa chapina decidió enviar a este representante por nosotros, ahí nos conocimos y abrazamos por fin, en el terminal de buses de la Ciudad de Guatemala, lugar donde pasaríamos solo dos noches (en la ciudad no en el terminal ;-) ) para luego tomar un avión a la Habana.

Oswaldo nos llevó a casa de Jesica, una tropera peruana casada con uno colombiano y que viven en… (sin líneas en el mapa) en su casa nos hospedaríamos durante esta corta estadía, Jess está embarazada, a unos pocos días de dar a Luz, nos recibió, nos alimentó, nos apapachó y bueno ordenamos las cosas en nuestros aposentos, nos pusimos al día con las conversas y entrada la noche Oswaldo nos invitó a que fuéramos a Trova Jazz a conocer a Roni, el dueño del lugar con quien ya habíamos entablado relaciones públicas tiempo atrás para ver la posibilidad de tocar en su establecimiento, el es músico y justo esa noche de jueves toca en su local, nos acomodamos como se pudo pues estaba repleto (los jueves es entrada gratis al público) y esperamos a que terminara el show, Roni se acercó, conversamos un rato y concertamos una cita para el mediodía siguiente.

Viernes: Nos fuimos con Jess a dar vueltitas, a buscar a Adrian (su chamo) y a almorzar al trova Jazz, ya con más calma en el medio pudimos conversar y conocer un poco más a Roni, un tipo muy chévere, atento y con quien hubo empatía muy rápido, concretamos la fecha para nuestro regreso y zas, a casita a trabajar en algunos asuntos; Ricardo (esposo de Jess) llegó tardecito con unas ganas de ir a la tiendita que no hubo más remedio que este pechito fuera a acompañarlo, conocí ahí a otro tropero colombiano (Jorge) a su señora, a otros chicos que trabajan con Ricardo se nos sumó un rato después la Joya y bueno junto a unas gallo de botellita hicimos una hora y media más o menos, había que madrugar al día siguiente para ir al aeropuerto pues estas locuras siguen en La Habana caballero…