sábado, 10 de julio de 2010

Jeannette y la nueva morada.

Nuestra tropera amiga desconocida en persona como tantos otros casos hemos descrito en esta bitácora, nos comunicó que su amigo Miguel era el encargado de hacer que estos pechitos llegaran sanos y salvos a su casa, nuestra próxima morada. El tipo se presentó en su bólido rojo, nos saludamos de manera fraternal, agradecimos la diligencia y no solo esa gente, resulta que este personaje es quien nos ha conseguido los toques acá en la ciudad, pero para enterarse de eso y algunas otras cosas más, faltan otros 5 ítems. Llegamos a casita, se nos entregaron las llaves con las especificaciones del caso, había una nota sobre la mesa que nos daba la bienvenida y algunas cositas en el refrigerador que hacían lo mismo desde el frio, nos acomodamos y luego fuimos a la caza de unas pupusas típicas y deliciosísimas, complementamos con unas Pilsen porque Regia no venden en todas partes. Luego de comer, Miguel nos comunica que debemos ir a uno de los bares más tradicionales de esta ciudad porque allá será el encuentro con nuestra anfitriona, así que huimos hacia la izquierda, al llegar tomamos asiento y un par de cositas mas, quedando a la espera de la llegada de la dueña de casa. 1,50 mts de tropera extendió sus brazos para saludar al hacer acto de presencia, una sonrisa muy particular, gestos nerviosos y un par de amigas. Entre conversa y puestas al día se sucedió la noche hasta el momento de abandonar el local, que no fue muy tarde ya que arribamos a San Salvador entre semana y para nuestra tropera amiga las jornadas comienzan muy temprano, pero a lo largo de nuestra estadía pudimos darnos cuenta que la conversación no iba a dejar de rondarnos carachos aunque fuera un ratito en el día, siempre se puede dedicar un tiempo a los amigos eso es así. El departamento está muy cómodo, se nos asigno una de las habitaciones, hay matas de aguacate en la parte posterior que no están sembradas en nuestro patio pero como dan a este lado, las frutas que asomen su cara por acá serán extraídas y puestas a lo orden en la mesa una vez que hayan madurado. Muchas mañanas, cuando Jeannette sale a trabajar, nos cruzamos, ya saben que a menudo me levanto cuando asoma la luz del sol. Tiene diferentes horarios de llegada a casa porque está estudiando, sigue ampliando sus conocimientos cada día, los sábados de igual manera dedica medio día a estos menesteres, pero se las ha arreglado para pasar un tiempo con nosotros, así que vamos a ver qué pasa, por lo pronto, estamos muy contentos de haberla conocido al fin y de habernos sumido en un abrazo, muchas gracias chama por aportar un importante grano de arena a estas locuras, por fin estamos en el Salvador, caluroso, verde, paranoico, aguacatero, veamos qué nos depara el destino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario