viernes, 29 de enero de 2010

Mauricio Callejas… mas tropa.

Llegamos a Austin con una hora de retraso, cuando paramos en Phoenix, el avión destinado a nosotros se jodió, hubo que esperar, no teníamos como avisar al pana que estaba en el aeropuerto de Texas pero menos mal que no fue mucho en realidad el retraso. Llegamos Yeeeee!!! La salida no fue complicada, las maletas emergieron expeditas, abajo en el aeropuerto te reciben un montón de guitarras enormes y una expendedora de refrescos que dice “Welcome to Austín”, será pues… Ahí estaba Mauricio carachos, fiel a la causa esperando por nosotros, tampoco lo conocíamos en persona y solo empezamos a comunicarnos con el desde el DF en México, pero respondió al llamado de ipso facto y nos puso su casa a la orden, un tipo muy tierno por así decirlo, tranquilo, trabajador, músico también, junto a unos panas tienen la Alianza cultural latinoamericana acá en la ciudad y son gestores de cultura a través de ese espacio http://alianzacultural.net/ , Bueno, nos saludamos, nos presentamos, nos abrazamos, nos ayudó con las maletas y nos dirigimos hacia nuestro nuevo hogar, nos advirtió por mail, meses antes, que es padre de dos chiquillos y que había que soportarlos pues jajaja, pero en realidad los peques son bien chéveres, no molestaron mucho ;-) cada mañana se levantan temprano para ir a la escuela, preguntaban acerca de los instrumentos, de donde veníamos, de cómo nos llamábamos y cosas de niños, nada fuera de lo normal. Su esposa, Teresa es una chica muy dulce, canta con Mauricio en el espacio que han titulado “Café con letras” organizado por la alianza, siempre sonrientes, cariñosos, tienen una casa muy bonita en una zona apartada del centro de la ciudad, un vecino bastante anormal que tiene puesta una alarma contra niños o contra personas en realidad, porque si uno camina por enfrente de su casa esta vaina suena si o si, es una especie de sensor detector de movimiento que te avisa que al tipo no le gusta que caminen por enfrente de su casa (cosas de locos). Tomamos varios desayunamos juntos, unos mas dormidos que otros y conversábamos, toda la familia y yo, ya saben que a Luz le encanta dormir, hubo sus días en que la camita nos traicionó y bueno… encontramos el desayuno en la mesa, ya la gente había salido a cumplir con sus respectivas obligaciones. Anduvimos tranqui por estos lares, salimos un par de veces a caminar por un parque enorme que tienen cerca de casa, habían un montón de ardillas, disfrutamos de la vista y del aire, ya la temperatura estaba bajando pues nos encontramos en el mes de noviembre, pronto empezará el invierno en este país.
La verdad es que Mauricio y familia son muy lindas personas, preocupados de unos de los otros, querendones, atentos. Ha sido una linda experiencia conocerlos y compartir con ellos. Les debemos un “tacu tacu” con frijoles salvadoreños, que son duros como ellos solos caray, se tardaron como 5 horas en quedar “al dente”, los chicos nos lo advirtieron, pero la verdad es que nunca pensamos que fueran tan, tan, tan duros; los comimos de a pocos pero nunca hubo la ocasión para preparar el manjar costeño del Perú, así que será motivo para volver.

1 comentario:

  1. Querido Mauricio!! queridos Eu y Luz!! qué gusto leerles de nuevo! Mau, un abrazo enorme.
    Sigo disfrutando muchísimo sus locuras, casi que camino con ustedes y me siento acompañándoles. No les escribo tanto como quisera, pero pueden estar seguros que les leo prácticamente en cuanto le dan click para subir los post. Hoy, es la segunda o tercera vuelta que me doy por acá. Los esperamos con mucho amor!

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