miércoles, 6 de enero de 2010

Berkeley California.

El avión nos dejaría en Oukland como ya mencionamos, queda a una hora más o menos de Berkeley (gracias al tráfico), nuestro nuevo y desconocido destino.

Mientras estuvimos en Chile, recuerden ustedes que cantamos en el mesón nerudiano, conocimos a Rafael Manríquez, justo fue la presentación de su disco esa noche en Santiago y compartimos un ameno momento musical; bueno ese loco nos dijo en esa fecha, en aquel lugar, que si decidíamos incluir a los EEUU en este viaje, las puertas de “La peña cultural center” estaban abiertas, que nos comunicáramos con él cuando lo creyéramos conveniente y hacíamos las gestiones para mostrar nuestro trabajo ahí, así que ni cortos ni perezosos, una vez hecha la propuesta empezamos a pensarla, tratarla, digerirla y aceptarla, ligamos eso a la existencia de nuestra familia tropera en EEUU y amigos muy queridos que residen acá y decidimos que valía la pena seguir para arriba, conociendo y difundiendo nuestras músicas; 45 minutos de vuelo y arribamos a esta este punto del planeta.


Está muy interesante Berkeley, es una ciudad universitaria donde se ven rasgos de muchos países en los rostros que se pasean por ella, muy al contrario de otros espacios en donde ya hemos estado, sus aceras e infraestructura invitan a caminar. Mucho movimiento, bohemia, la universidad es gigantesca, bonita, con diferentes tipos de arquitectura: colonial y moderna, indigentes buena onda, bastante gente joven, colores, marihuana, música en la calle; muy chévere de verdad, veamos que nos depara el destino durante nuestra estadía.

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