jueves, 28 de enero de 2010

Una noche en Los Ángeles, Santino y familia.

Llegamos a Los Ángeles por tierra, tuvimos que comprar nuestro pasaje hacia Austín partiendo de esta ciudad porque solo por un día que nos tardamos en hacerlo desde San Diego, la tarifa subió casi un tercio, así que ¡caballero pues! Acá en EEUU viajaremos por avión ya que las distancias son larguísimas y el autobús a veces cuesta mas caro que el transporte aéreo, En Los Ángeles tenemos un pana, en realidad es mas pana de Luz que mío, pero nos conocemos, el es músico y vino acá a la tierra de las oportunidades en búsqueda de la suya; no solo encontró su oportunidad sino que también una esposa y tienen ahora un pequeñito de un año. Santino es un loco reilón, su esposa es de Francia, muy linda chica, el pequeño recibe información en ingles, francés, espaniol y huevón… jajajaja, el pana tiene muchas ideas en la cabeza y proyectos importantes que quiere desarrollar con los músicos de su país en pro del apoyo a las producciones musicales en el Perú, como ha logrado posicionarse de cierta manera en las retablos, tiene tiempo en casa para su chamo, sus canciones y proyectos. Apareció en el carro de su señora a buscarnos, nos fuimos a su casa y ahí nos instalamos por una tarde y una noche para ponernos al día acerca de nuestras vidas, el chamito rondaba pero si echar mucha vaina, mientras veíamos muestras de esto y aquello, tomando cervecitas por supuesto, llego su esposa y empezaron a preparar una comida en nuestro honor WOWWWWW jeje, luego de conocerla, conversar jugar fultbol con el menor, salimos a dar una vuelta por la playa, estacionamos el coche y caminamos por algún muelle de la ciudad, por algún otro malecón disfrutando del aire marino y el rugir de las olas sobre la arena y viviendo las aventuras de su hijo, lindo el chamito, reilón también, rubio como la madre, inquieto en esos espacios por descubrir, pateador de perros jaja.

Hacia mucho que Luz no veía a Santino y le dio mucho gusto hacerlo, el fue un tiempo corto vocalista de una banda muy famosa allá en Perú llamada Frágil. Luego de nuestro paseo, estuvimos en el patio de la casa conversando muchísimo acerca de esos proyectos que les mencione, acerca de nuestro viaje, de nuestras vidas, de las cosas que nos gustaría seguir haciendo y de aquellas que queremos intentar, el cansancio nos ganaba y el vuelo a Austin era temprano, pero no importaba, la charla era amena y se prolongo lo que debía. Nos fuimos a dormir previa inflada de colchón, esperando el amanecer bajo sueños apacibles, para seguir nuestro rumbo.

Así transcurrió nuestra estancia en Los Ángeles con este pana y su familia, nos levantamos, su esposa salió temprano al trabajo, nos despedimos, tomamos una ducha, desayuno y al aeropuerto, ahora debemos llegar a Texas, donde Mauricio Callejas, salvadoreño y tropero, esta esperando nuestro arribo… HAY LOCURAS.

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