domingo, 31 de enero de 2010

Miami, mi hermana Daniela, la casa y su familia.

Llegamos a el aeropuerto de Fortloderdale a la hora dispuesta, Daniela nos dijo que llegaría un poco retrasada porque pasaba primero por el colegio de los chamos y luego debía conducir casi una hora para llegar al estacionamiento de aviones. Mi hermana es la segunda en nuestro árbol familiar de hermanos, o sea, la loca nació después de este pechito, es una niña pues, tiene dos hijos llamados: Orlando Daniel (7) y Rafael Enrique ¡chico! (5), junto a su esposo Orlando llevan acá como 14 años creo, vinieron en búsqueda de su oportunidad también y bueno echaron raíces y aquí siguen. Llegó, nos abrazamos, besamos, apachurramos, subimos las maletas a la camioneta y zas, a la casa, en Homestead, hacia un poco de hambre, parece que comimos arepas yeee!!!, y si no fue así… yeee!!!, nos acomodamos y tuvimos bastante tiempo para planear cosas. El aire acondicionado central nos estaba jugando una mala pasada, tratamos de evitarlo para no caer y había que sumarle a eso que afuera hacia mucho calor, así que andábamos como en Maracaibo “Pasteurizados”, transcurrieron los días entre juegos, salidas y conversas, es a la hermana que menos he visto en estos años ya que cada uno decidió salir hacia polos opuestos y los encuentros en Venezuela han sido… “ha sido” uno solo carachos! como pasa el tiempo. La vi de nuevo a finales del 2008 acá en Miami en un viaje “famillar”, no tuvimos mucho tiempo de ponernos al día, pero como siempre he dicho, a la gente que uno quiere siempre la lleva consigo y a pesar de que pasen los años cada vez que hay un reencuentro es como si hubiésemos estado juntos ayer o no menos de una semana atrás. Ahí están los locos, emprendiendo en una empresa de limpiar piscinas, Orlando también trabaja de noche así que lo hemos visto poco, tienen una pecera con varias tortugas que han conseguido en su trabajo y que no han podido devolver a los lagos pues la ultima vez que lo hicieron la tortuga en cuestión fue engullida por un pato ;-( . Los chamos ahí van, al colegio en las mañanas, con su español medio raro, no venezolano, una mezcla bien extraña jaja. Estuvimos tratando de conocernos mas, de saber mas acerca de cada quien pero están chicos y no se, mis otras hermanas parece que tienen mas carisma que yo, Disfrute bastante estar en tu casa Daniela, un besote, te quiero burda.

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