Aguimes… Razones, bienvenida.

Venir a esta ciudad fue una gran casualidad, un premio a la perseverancia de Luz y por qué no decirlo un reconocimiento a nuestro trabajo, fue una de las respuestas a tantas puertas que se tocaron buscando espacios para llevar nuestra propuesta.

El loco de Tino a quien ahora con conocimiento de causa puedo llamar así, fue quien hizo el contacto y nos trajo a través de la municipalidad de Agüimes para presentarnos en el festival “Una mar de encantos”.

Desde La Palma volamos de nuevo a Gran canaria y ahí nos esperaban para llevarnos a Agüimes, pueblo donde nos hospedaríamos. Se nos asignó un pequeño departamento muy bonito, con todos los servicios, pero no vimos a Tino, estaba ocupado y otra persona de la municipalidad (Mónica) fue por nosotros. Cuando llegamos teníamos algo de hambre y salimos a ver qué podíamos comer pero gente… todo estaba cerrado, era la hora de la siesta, los restaurantes ya no tenían comida si no puros bocadillos, así que caminamos otro rato, preguntamos donde podíamos comprar algodón, hasta que se nos guió a un pequeño abasto donde la señora que atendía a demás de vendernos, el refresco, el agua, el pan, el queso y el jamón, nos preparó los sanduches.

Comimos y nos echamos a descansar, hasta que el teléfono sonó para hacernos saber que ya nuestro anfitrión se había desocupado y que pasaría por nosotros, para ir a cenar.

Llegó Tino, por fin nos conocimos, nos abrazamos e hicimos energ8ia positiva enseguida, estaba acompañado de un pana cubano llamado Oriel, bien buena onda el compa; nos fuimos a cenar. La comida estuvo muy rica, un par de platos típicos (llenos de comida) fueron nuestros acompañantes culinarios, con sus papas arrugadas por supuesto, no pueden faltar. La conversa duró hasta tarde y luego de cenar dimos una vuelta a la plaza para conocer un poco el ambiente del pueblo, que esta casi desierto en esta época, ya que casi todos los habitantes tienen casa en la playa, a media hora de camino y en el verano se mudan para allá. Pero igual nos tomamos unas chelas conversando, conociéndonos mejor y poniéndonos al día para lo que será el festival, que por cierto, no es acá en Agüimes, sino abajo, donde están todos, en Arinaga.

Ahora nos vamos a dormir.