jueves, 14 de octubre de 2010

Algunas salidas.

Con los chicos estábamos más que obligados a juntarnos, es tropa mi gente así que aunque esta vez la convocatoria fue reducida a la mínima expresión no dejo de ser como son las reúnas troperas. A la hora de almuerzo fue la cita, los integrantes de la banda seriamos Rey, Susan, Valquiria y estos pechitos, por decisión unánime fuimos a comer a el mismo restaurant peruano que la vez pasada, arroz con pollo, papas a la huancaína, Inca cola, cusqueña y sus picarones, ayayayayyyy, que les puedo decir, fotos, habla, que te habla, y un carajazo de agua que nos calló saliendo, fotocopiado del año anterior pero con unos diez minutos de diferencia, nos agarró ya fuera del local.

Con Rey y Susan también nos dimos una pequeña caminata a la caza de un restaurant de pollos a las brasas peruano, eso fue antes de juntarnos con Valquiria, fue una odisea llegar porque lo veíamos siempre que regresábamos a casa pero no estaba marcado con exactitud en el GPS cerebral, el punto de su existencia. El restaurant es nuevo y cuando llegamos después de unos tres cuartos de hora a patas y con un hambre voraz, luego de caminar por una subidita de esas que uno llega a odiar, pensamos que estaba cerrado “Ay noooo” pero era una finta, estábamos de frente a la parte que están terminando de acomodar para que quede monono. Fue un suplicio ponernos de acuerdo porque si bien este país es caro de verdad, este restauran se pasó, pero coño, ya estábamos ahí, el cerebro decía, pollo, pollo, pollo, y las patas se negaban rotundamente a hacer retro camino para conseguir otra cosa que comer. Pedimos, no estaba wow, Susan ponía cara de ¡y quieren hacerme creer que esta vaina es a lo peruano?! La chicha estaba sabrosa, pero sabíamos todos que era de sobrecito ;-) no pudieron engañarnos. No nos llevamos “El” chasco del siglo, pero no era lo que pensábamos o esperábamos más bien, de todas maneras no dejó de ser simpática la caminata, el encuentro, pelar la pollería, o sea, sacar todos sus defectos en chismes de mesa a bajo decibel y las ocurrencias de Susan.

2 comentarios:

  1. Seguro que saben que los quiero no? y que yo me voy de aventura con ustedes cada que los leo verdad?...pero ahí en el recóndito fondo de mi alma, de vez en cuando se asoma la méndiga envidia!! hoy es una de esas veces, y no por la comida, ni por las fotos hermosas y estresantes de Puerto Viejo, ni vainas asi, no! mi envidia es porque no se imaginan las ganas que tengo de conocer personalmente y en persona a Rey, a Bea, de darles un abrazo apretado, de aradecerle a Rey tanta generosidad, de poder sonreirle a Bea por cosas que ella ni se ha de acordar, pero que para mi fueron muy importantes. Así que hoy, este comentario es verde, verde envidia amorosa.

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  2. jajajaja hablar de comida a un peruano jajajja pobre polleria jajaj somos temibles jaja

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