miércoles, 13 de octubre de 2010

Luego de muchos años… los tíos.

Beatriz y Atilio son sus nombres, tíos de cariño, me conocen desde los 6 años aproximadamente, sus hijos y nosotros nos criamos juntos, mi madre es madrina de una de las chicas, y la vida da muchas vueltas, dejaron San Antonio alguna vez, yo dejé Venezuela y los vi un par de veces en mis visitas, cuando subimos, estaban ellos en tierras ganaderas, el destino no quiso, pero ahora no lo evitará nada, es inminente nuestra estadía en su casa acá en Escazú, San José de Costa Rica.

Enviaron a unos panas a nuestro encuentro, el bus se retrasó un poco, pero nada de cuidado, su casa no está muy lejos sobre todo a estas horas, nos estaban esperando, cándidos y sonrientes. Cuantos años han pasado caray y la sensación de cariño es la misma, están más entrados en años pero iguales.

La pasión mundialera se vive en todas las casas donde vamos pasando en este periodo. Con mi tío Atilio y también con mi tía pero en menor porcentaje, vimos casi todos los partidos transmitidos, cociné varios días, conversamos de todos estos años, de las cosas que han pasado, los proyectos, sus nietos, hijos, nuestro viaje, la música. Meses antes, cuando ya era cierto nuestro encuentro, le explique todas las modalidades de conciertos que brindamos, pero solo estando in situ mi tía captó la onda de una de ellas y de la nada organizó una presentación sus allegados en casa de su hijo Atilio, quien vive en este país pero ya no por mucho. También compartimos con él, viene a almorzar todos los días con sus viejos y tuvo la amabilidad de brindar su casa para la velada.

Salimos a comer a un restaurante italiano, momentos después de que ese país fue eliminado del mundial, la cara del dueño era un poema jajaja, también mi tío nos llevó a que remembráramos los cortes de carne argentinos, pero fueron las tardes y las sobremesas en el departamento los que más me agradaron, los recuerdos de aquel San Antonio, de cuando éramos chicos, de todos estos años en que nuestras familias han sido allegadas y aunque ya la separación terrenal es considerable, todo sigue como en aquellos tiempos.

Bueno, en el interín estuvimos de viaje por el norte de Costa Rica, fuimos de nuevo a Guanacaste, esta vez conocimos su capital, Liberia, esos cortos días las maletas esperarían en casa de los tíos al igual que ellos, preparando alguna cosita desde la cajita de bombones que había para endulzarse las tardes.

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