Olman y Violeta, la casa de Max.

Llegamos a Nicoya, era temprano, llamamos para despertar a los chicos jajaja, bueno es domingo y las sábanas se pegan mas al cuerpo este día no? ahí apareció el pana Olman a recogernos en el terminal. Saludos correspondientes, qué onda? Cómo va la cosa? y bla, bla. Nos fuimos a casita y Violeta ya estaba en pie junto a Emiliano. Acá en Nicoya pasamos un par de días, mentira un día mas ya que cuando fuimos a comprar los boletos el bus estaba ya todo vendido y tuvimos que esperar al día siguiente para regresar a San José, - nosotros encantados - pero ya me estoy yendo y no les he contado cómo nos fue por acá. Las cosas han cambiado un poco, para mejor, ya la red de peñas guanacastecas a crecido, pues han cruzado fronteras o por lo menos a raíz de su existencia, algunos artistas han logrado hacer intercambio cultural en otros países, Olman pasa todo el día pendiente de que la guana red este activa, es un trabajo duro, incierto pero que le va dando resultados de ha poquito, aunque ha mermado acá en Guanacaste la onda de las peñas, algunos chicos han claudicado o han migrado a otras ciudades por razones de estudios. El trabajo del pana Olman es loable, le deseamos lo mejor porque de verdad que se lo merece y vale la pena.

Bueno, en casita también están Violeta y Emiliano, un año más grande el chamín, Violeta está de vacaciones de la escuela, recuerden que es profesora, así que pudimos compartir bastante de nuevo, cocinamos, salimos a comer pizzas donde la hija de Max, también fuimos a la casa de Max, llovió un par de veces, lavamos ropa y nada desapareció del cordel y fue para suerte de los chicos ese día agregado por alta migración vacacional en los buses, pues una de las cosas que pidieron a nuestro regreso fue que le preparara unos tacu tacus, así que el ultimo día y de desayuno, porque acá en Centroamérica y México se desayuna como debe ser, nos metimos nuestro manjar criollo peruano, con su salsita criolla peruana también, no quedé debiendo nada, menos mal, la pasamos chévere, de mas esta decirlo, fue lindo volver a ver a los chicos, escuchar los temas nuevos de Olman y compartir.

Una tarde noche nos llevaron a casa de Max para tomar la merienda, qué locura de casa, esta a orillas de la carretera, es muy grande, rodeada de árboles enormes y no tiene rejas, se han negado a darle el gusto a los antisociales en ese aspecto. Muchas de las cosas que hay en lo que a mueblería se refiere, han sido construidas por Max, pero ¿quién es Max?, la vez pasada hicimos mención a este compa, es el cantautor al cual los chicos adoran, agradecen y siguen los pasos, para ellos es el icono de Guanacaste en cuanto a composición. Su señora es muy agradable, no recuerdo su nombre, de verdad que nos sorprendió de forma amena encontrar este pensamiento de no al encierro obligatorio, encierro debido a la coerción. Bueno señores la merienda está en la mesa, pancitos dulces y salados, rellenos de mermelada, en trenzas, diferentes tipos de quesos y café para amainar el frio, luego de la comilona hicimos lo que todos los visitantes músicos que llegan a esa casa hacen… una ronda en torno a una guitarra y canto, no fue muy larga, unos cuarenta minutos, pero disfrutable al mil por ciento. Luego de aquello llegó la hora de despedirse, ya no sabemos cuándo estaremos por estos lares, así que miles de gracias Max y Señora, la pasamos muy chévere en su casa y disfrutamos la merienda y la tarde muchísimo.

También llega la hora de decir hasta luego a nuestros amigos guanacastecos, no será luego nuestro reencuentro pero de que lo habrá, lo habrá, eso escríbanlo. Les deseamos éxito y les dejamos nuestro cariño, gracias por todo.

Nota: la foto es del delicioso Tacu tacu, acompañado de alitas de pollo ;-)