
La caramba: primero que nada debemos agradecer muchísimo a sus dueños por darnos la oportunidad de presentarnos en su espacio, La caramba es como que el sitio donde se debe tocar si uno visita Honduras, tiene un patio donde se hacen conciertos grandes y en la sala (bar, café, restaurant) de adentro los más pequeños, por motivos de fechas, ya que todo estaba pautado con mucha antelación, debimos compartir la noche con un grupo de salsa. Nosotros primero, ahí estaba Pavel haciendo fuerza y aunque varios de los asistentes escucharon con atención y se acercaron para felicitarnos y darnos las gracias, muchos otros solo esperaban la rumba para vacilar, ese era su plan de salida para el fin de semana, así que anduvo bastante ambivalente la cosa pero resultó, algo extraño, confuso, difícil de describir. Este viaje también ha sido para eso, para estudiar y conocer las posibilidades que se le brinda a la canción latinoamericana, cuanta difusión logra, cuanto apoyo tiene, cuanta presencia se le permite en los escenarios de cada pueblo y ciudad que hemos visitado.

El concierto se dio, acá en este país todavía no regulan mediante la ley del tabaco a los espacios públicos cerrados, tuvimos que pedir que por favor no fumaran porque nos encontrábamos en pos de una gripe fuerte y porque además el humo del cigarro nos causa mucho daño y dolor de cabeza, el público entendió, menos un wey, que quiso meternos el dedo en la nariz y al que le dije de manera pública tres veces que apagara el pucho ya la tercera bajo amenaza de que no seguiríamos cantando y coñoo, no están pagando entrada; al respecto debo decir que este tipo de arreglos de los cuales hemos hecho muy pocos y casi siempre por recomendación de quienes nos ayudan a conseguir conciertos en vistas de que nuestra trabajo sea conocido, tiene una falencia tremenda por lo menos hasta ahora, durante el viaje y en cualquier parte donde hemos vivido, ¿el público piensa que uno vive de limosnas? Por qué si se gastan sin chistar la plata en cervezas, cigarros, guarrerías y son incapaces de siquiera llegar a poner un dólar en una gorra? Esto está muy mal, considero que los artistas debemos reclamar lo justo, pero llega la justificación mediante la escusa de que no hay espacios y que gracias estos espacios que de buena onda apoyan es que se sobrevive, o sobrevive el canto, yo sigo pensando que está mal, y que hay que educar al público, no mal educarlos eh, porque si seguimos pensando así, terminaremos todos devastados, caray gente, reaccionen, que esto es una profesión.
Pese al fumador que a la final salió y allí se quedó fumando sus importantísimos puchos, lo demás fue lindo, muy atenta la gente, el pana Enio y Jorge estaba entusiasmadísimos, la sala estaba llena.
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