miércoles, 13 de octubre de 2010

Paseo por el centro

Los tíos no conocían el centro, desde que vinieron a este país no se han dado una vuelta por A o por B, así que nosotros como buenos guías de turistas que somos, los invitamos a que pasáramos una tarde por ahí, les comentamos que había que dejar el carro en el extremo norte de la ciudad y caminar todo el boulevard hasta el sur, comer algo, visitar lo que ellos quisieran, tomar fotos y cuando estuvieran cansados, poner pies en polvorosa y regresar a la casa. Así se hizo, con una suerte del carajo porque el carro tenía día de parada (restricción para circular) pero justo la periferia en donde estacionamos el carro es el límite para andar con libertad.

Caminamos, caminamos mucho, mi tía guapeó, entramos al mercado central, no es grande, un cuarto de manzana más o menos, conocieron el teatro municipal, el edificio de correos, la plaza central y algunas otras edificaciones, llegamos luego al extremo contrario, allí conocíamos un restaurant al que fuimos invitados por nuestros amigos rey y Susan en julio del año pasado, nos pareció que estaba acorde con lo que los tíos querían y ahí nos metimos. La comida estaba rica, las bebidas heladas y el momento justo para agarrar fuerzas para el regreso, este fue mas expedito por supuesto, ya casi todo lo que se quería ver se había visto, mi tía llego al carro y casi que lo besa y abraza con si fuera el salvador jaja, estaba molida, pobre, pero su demostración de agradecimiento por el paseo nos hizo saber que disfrutaron mucho y que hubo algo diferente en su cotidianidad gracias a ello y nosotros igual, Atilio fue el chiste con patas de Luz como la hizo reír, me comenta Luz que es divertido mi tío…

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