miércoles, 13 de octubre de 2010

Primer hotelucho, sigue el mundial.

Con la Bea nos fuimos a los hoteles que estimó convenientes, el primero no funca, el segundo está mejor, nos ofrecen internet, tele para ver el mundial, baño en el cuarto por el módico costo de 10 dólares la noche, no hicimos mas averiguaciones, estamos cansados y tenemos hambre al igual que Beatriz, pagamos, dejamos las cosas, tomamos un duchazo y salimos a ver qué onda, la Bea conoce cada rincón de su ciudad, ya sabía donde podemos pasar a sentarnos para disfrutar de algún platillo acompañado de jugo de frutas, si, ella no toma alcohol. Para allá nos dirigimos, el primero no resultó pues estaba cerrado, pero la segunda oportunidad se nos dio con todo, pedimos, disfrutamos, conversamos, miramos, gritamos, vacilamos, terminamos y de vuelta pues, en la puerta del hotel Beatriz tomó un taxi y nos despedimos hasta el día siguiente o el próximo no importa, de que seguiremos viéndonos, seguiremos viéndonos…

Coño no funca la tele, no funca el internet, un fiasco la vaina carachos, a las cinco de la mañana nos golpearon la puerta con el aviso siguiente “Si va a viajar en Tica bus debe levantarse ya” coño pero si no pedimos ese servicio que les pasa a estos weyes? Por decisión unánime a las 9 de la mañana nos estábamos cambiando al hotel de al lado, uno que pensó la Bea que sería más caro, pero para nuestra sorpresa costaba lo mismo, ofrecía todos los servicios que el otro, pero constatamos de que así fuera, el cuarto era grandísimo, el baño enorme y además tiene una especie de terracita grande también con una mesa para que tomemos almuerzos debajo de un mango asesino que tira frutas maduras y verdes si sopla mucho el viento. Me perdí el partido de la mañana por culpa de los giles del otro hotel, acá todo andaba bien, además el servicio de comida no tiene casi sobreprecio, la señora cocina muy rico, es como salir a la calle a comer, pero no a restaurantes lujosos no señor, ahí donde nos gusta, a los mercados, a los carritos, a los restaurancitos comerciales, acá en Managua no es cara la comida pero debido a los pocos conciertos que tenemos en el futuro acá en Centroamérica y nuestro… ups, casi se me sale, nada, nada, no he dicho nada, debemos cuidar cada centavito, como en todo el viaje pues ya ustedes saben. Por cierto, encontramos un sitio por nuestros propios medios, que la Bea después nos dijo que conocía, donde la comida estaba de ya no ya, señores, guao, muy rica y asequible. Bueno gente, acá pasamos 4 días de nuestras vidas, la gente del hotel muy simpática y atenta, apenas consiga la tarjeta pongo el nombre en este blog para que los viajeros lo tomen en cuenta, se que tiene algo que ver con un santo pero no recuerdo cual. La pasamos chévere acá, hubo unos diluvios estos días que daban miedo, los mangos caían tan fuerte que pensamos que iban a romper el techo, pero nada, todo en su sitio... y por cierto, lo de hotelucho no es despectivo ehh.

No hay comentarios:

Publicar un comentario