De nuevo con Diego y Marisol.

La tía Susana de quien hablaré más adelante, pasó por nosotros a Escazú para llevarnos a nuestra nueva Morada, los otros tíos Beatriz y Atilio, salían de viaje fuera del país para visitar a sus nietos, ya nuestra división estadística (de estadía) en San José estaba pautada desde tiempo atrás, así que no se preocupen por nosotros, todo está fríamente calculado. Llegamos a donde el pana Diego y la pana Marisol con sus dos panitas (sus hijos), también hay un integrante nuevo en la casa, un poodle gris que fue adoptado por los chicos, ya era de noche, el cuarto estaba ahí esperándonos al igual que nuestra anterior visita, Diego ya con pelo largo, Marisol con sus viajes y luchas. Nuestra estadía será intermedia, no larga, no corta, pero habrán unos tres días en los que ninguno estará en casa pues los chicos están de vacaciones y aprovecharan salir todos a las costas del pacifico guanacasteco, nosotros haremos lo propio pero al Caribe costarricense.

Nada nuevo hay que contar, el cariño el mismo, los niños más grandes, algunas adquisiciones mínimas para el hogar, mi cédula no apareció aunque fue encontrada hace un año atrás en el cuarto de Rimay pero tan bien guardada que ahí quedó pues para la próxima, almuerzos en familia, al igual que desayunos y cenas, un par de salidas a los conciertos y lluvia, mucha lluvia.

El pana Diego está tratando de armar un colectivo con cantautores ticos, parte de ellos fueron los que nos acompañaron en el concierto del Loco estepario, ojala le funcionen las cosas y bueno a Marisol le deseamos lo mejor con sus proyectos y que sigan esas ganas enormes que lleva consigo cada día en pro del prójimo.