Cruzamos hacia nuestro gran país... Luz y sus vainas jajajaja

Estando en Miami nos dimos cuenta de que mi visa de turista expiraba dentro de algunos días, así que llamamos a ver si podía obtener una prorroga, se nos dijo que era posible pero no seguro porque las prorrogas no las merece nadie!!!, el costo es de 50 dólares – Ok pero cuánto tardan en dármela? – son de 12 a 15 días – ayyyyyy, ya no estaré por acá en esas fechas, ¿pueden enviarla a otro estado? – eso también es posible aunque complica la cosa pues, donde andará usted – según mis cálculos estaré por California – bueno, si se le puede enviar para allá.

Sentado con mi mismo muy concentrado y luego de charlar un poco con Daniela acerca de la cuestión, recordando también que la primera vez que pasamos nadie nos pidió nada y ni siquiera había un lado gringo de despedida del país o revisión, dejé de preocuparme, mas no así la loca de los cumpleaños, quedó con esa espinita todo el rato y digo todo el rato porque fue “todo el rato”. Seguimos nuestro viaje y cada vez que Luz comentaba a algún amigo mi situación migratoria estos ponían caras de que ya no los veremos más, por lo menos a Eulogio, pues anda de ilegal, caray y luz se preocupaba y leía: “esta tarjeta debe ser entregada en el puesto aduanero de policía internacional a la salida del país”, “el portador de esta tarjeta no tiene derecho a una prorroga, debe abandonar el país antes de que esta caduque” ya habían pasado sus 14 días de haber vencido y yo le decía que no se preocupara que recordara que allá en el cruce a Tijuana no había revisión, pero ella me decía que las tarjeta decía y que le habían dicho y que leyó la web de la normativa gringa y que ¿qué vamos a hacer si nos salen conciertos en EEUU y tú no puedes volver a entrar? Y yo ponía cara de poco culpable pero de ser comprensivo y ella se entristecía y bueno… pa lante caballero, y pal ante le dimos, pasó igual en San Francisco, en Berkeley y Los Ángeles, y siempre le decía lo mismo, “no os preocupéis amada mía” allá en la casa rodante, se metió en internet y leyó toda la parte leguleya de mi situación “el infractor que haya permanecido ilegal en EEUU durante un mes no tendrá derecho de visitar este gran país por el periodo de un año. Si su situación pasara de dos meses serán dos años, si fuera de tres serán tres años y si es mas de tres meses será deportado y ya nunca tendrá la oportunidad de vivir en este gran país y cumplir el sueño estadounidense” coñoooo si le sumamos lo que decía la tarjeta por detrás eso era un peso tremendo en nuestras espaldas y bueno como consuelo le digo “mamita, solo estaremos un mes de mas, todo ese año que van a castigarme vamos a estar todavía en estas locuras, así que no será tampoco la hecatombe pues” ella sonreía y decía “ y si los chicos de Austin nos llaman y tienen un concierto para nosotros? No podernos hacerlo” y yo volvía al “no te preocupes pues, ya veremos qué pasa, le explicamos al funcionario (inexistente) que solo leímos tu tarjeta y que pensamos que nos habían dado a los dos 6 meses ¿si? Pero la carita seguía preocupadísima hasta que casi al final de la travesía por EEUU quedó resignada al “Veremos qué pasa”. Compramos un pasaje en bus hasta la mismísima central camionera de Tijuana como ya les contamos y nos subimos al transporte, a vivir esta experiencia de ilegales, o yo mejor dicho.

Pasó que efectivamente (ay!!, un adverbio) no existe un puesto físico estructural de los EEUU en su lado para controlar la salida de ciudadanos hacia México, solo se controla la entrada a su país pues pero como nosotros somos ciudadanos insignes y a pedido de Luz para que constara de que si hicimos las cosas como debían ser, nos bajamos del autobús y empezamos a preguntar donde conseguíamos el puesto gringo que controla la salida de los ciudadanos porque era necesario que nos sellaran el pasaporte y que con ese sello constara que habíamos abandonado de forma legítima el territorio nacional y que teníamos por ende total derecho a regresar si ocurriese un hecho que así lo disponga. Fue así como nos encontramos parados con nuestras maletas en la puerta de salida, la ultima puerta (primera para nosotros) de la zona migratoria de los Estados unidos de norte América, como Luz es la del ingles, le hizo seña a un policía y le pidió permiso para ingresar a conversar con él, el tipo era bastante simpático y no tuvo drama con eso, ahí ella le explico que queríamos sellar los pasaportes porque la ley y el sello y volver con la frente marchita no era lo conveniente y Austin y ciudadanos emblema y correctos, el tipo le dijo que nadie hacia eso, que éramos los primeros que pedíamos llevar a cabio esa acción migratoria, pero le dijo que teníamos permiso de entrar por esta puerta de salida, pero no le dijo a los de más adentro que nosotros andábamos al revés, así que al acceder a la zona de escaneo de equipaje, nos salió al encuentro una tomba catira con muy malas pulgas, un par de perros adiestrados para morder latinos y erradícalos con sus maletas y cara de ¿qué carajo hacen ustedes acá, esto es EEUU de norte América; y porque caminan al revés? Y Luz le explica la situación con su carita angelical a la que la gringa no hizo el más mínimo caso, y sin poder entender nada y confirmando de manera visual con el ultimo oficial que para nosotros era el primero, que este nos permitió la entrada, nos señala el punto exacto a donde debemos dirigirnos y sin perdernos la vista, se aseguro de que para allá nos enrumbáramos, allí salieron como mil tombos a nuestro encuentro, el encargado era un chino que su cara era como la de cuatro catiras con sus respectivos perros y cuando tratamos de hacer fila o mejor dicho de ingresar al espacio indicado, nos dice que ¿qué hacemos ahí, que porque lo molestamos? que hablemos de inmediato. Era un carajo bien amargado y prepotente, Luz trata de explicarle pero los nervios la traicionan y entonces le pregunta si puede hablarle en español, ¡ ENGLISH, ENGLISH ! y su mente le decía “estos sudacas de m… que se han creído” y Luz retoma el ingles y le explica y el gringo chino no entiende y le pide el pasaporte, y Luz le dice que nosotros estamos abandonando el país pero por la entrada no por la salida porque hay que hacer las cosas como dicta la ley y necesitamos el sello del pasaporte pero ellos no sellan salidas solo entradas aunque en su web y en sus tarjetas de turismo dice que lo tienen todo controlado en todos los puntos destinados a la inspección migratoria y que la tarjeta hay que entregarla en esos puntos, incluso si mal no recuerdo mencionaba justo a Tijuana, y el chino sigue con su cara de plop y guattttt???? Y ve el pasaporte y pide el mío y dice que no tenemos problemas, que las visas, y que esa es la entrada, y tome su pasaporte y no se preocupe, y Luz recobra color y cree que ya estamos salvados y apenas da dos pasos el chino die “eyyyy, ustedes, comom”, entonces pregunta ¿tienen las tarjetas de turismo? – si oficial, por supuesto – bueno, entréguenmela – por su puesto oficial si eso era lo que queríamos hacer desde un principio – no se me hagan los listos ehhh – no oficial – bueno acá quedan las tarjetas, ya se pueden ir, y así lo hicimos ya en el sentido natural de la cola y revisiones, pero sin ser revisados ni vistos porque en realidad estábamos saliendo por la puerta de entrada a EEUU, cruzamos nuestro puentecito o pasarela peatonal hacia ¡NUETSRO GRAN PAIS! y desde ahí llamamos a Carlos para que pasara a buscarnos, pues en eso habíamos quedado.

Me parece que las tarjetas fueron a dar directo a la basura, o las colgaran como trofeos o serán archivadas como “el extraño caso de la salida por la entrada”, que se yo… es obvio que no hay fotos pero seguro que fuimos filmados por las cámaras de seguridad,