Reúnas y conciertos.

Las reúnas fueron pocas, una jajaja, nuestros queridos panas de Berkeley fueron a la casa para conocer mejor a Matt y Marta ya que en su primer encuentro en la Peña, se dieron cuenta de la afinidad que tienen por la naturaleza y por los pájaros (que también son naturaleza), Matt estaba preocupado porque llegaron un poco mas tarde de lo anunciado y claro, día de semana, tiene que levantarse a las 3:30… el corazón le palpitaba a 1000, pero una vez reunidos y disfrutando de conversas en ingles, castellano, ingles y castellano machucado, espanglisn y castellanglish, se le bajaron las revoluciones y “pucha ohh” que la pasamos bien po, acudieron al llamado, la Mona, Horacio y Jorge, había de entrada, yuquitas fritas rellenas de queso, con salsa huancaína, de segundo teníamos preparado un risotto de hongos, todo vegetativo porque la Mona no come carnes, era de cajón que aquellos vinos adquiridos en los valles ya mencionados salieran a relucir y a deleitar el paladar de los comensales, la reunión estuvo muy padre, duró hasta que tenía que durar y fue nuestra despedida de los chicos berkleynianos, será hasta la próxima pues.

Matt había dispuesto dos noches para conciertos, el primero fue en la ciudad, íbamos a escuchar una banda de blue grass, cuando llegamos estaba estacionada el autobús de los músicos, era temprano pero nuestro gringo amigo quería tener buenos asientos, entramos, nos sentamos y esperamos, el grupo que toco en la apertura estuvo muy bueno, además respetaban mucho (según cuenta Matt) la onda en el escenario, el acercarse al micro destinado a la voz, o en el momento de los coros estar los tres juntos frente al aparato, la verdad me gusto bastante, muy folclórico, el show principal estaba bueno hasta que el compadre empezó a dar gracias a las tropas estadounidense por hacer de este país “EL PAIS”, eso me cagó la onda bastante, pero no pude reaccionar a tiempo para gritar lo que debía gritar en ese momento, tuve que esperar la traducción de Luz María al ver su cara de desaprobación y ya había pasado todo, se encontraban cantando, no pedí a nuestros anfitriones que abandonáramos el establecimiento por educación, y no tiene que ver con política, si no con humanismo y ya no hablo mas al respecto, salimos de ahí, se hicieron los comentarios específicos del caso y tuve la suerte de que un compa de la calle de edad avanzada, nos cantara a capela un blues de esos de New Orleans, caramba que bien que lo hacía y que bien que me cayó ese momento, a pesar del comentario bélico en el teatro, la pasamos bien junto a los chicos esa noche.

El otro concierto fue en una casa, antiguo estudio de grabación de una de las bandas de Rock californiana más conocida, ahí se presentaría una cantante con su guitarra, acompañada de una señora guitarrista que era un espectáculo, expresaba un gusto y un sentimiento en cada nota que interpretaba, estaba bien loquita jajaja, tenía a su pequeño perro en el escenario. Aunque no entendí mucho de las letras, las explicaciones previas al canto me abrieron la mente bastante, este concierto fue después de las catas de vino en los valles ya mencionados así que tuvo su agregado particular y bueno aunque no fue wow y me atrevo a escribir esta expresión porque viene de los labios de Matt, lo disfrutamos de igual manera, siempre es bueno conocer y aprender.