San Francisco, Matt, Marta y SFB…

Ufffff… llegué. Matt fue por nosotros al aeropuerto como les conté y nos quedamos en su casa dos días antes de la travesía a Berkeley, luego de ese fin de semana con los Mena, volvimos a San Francisco para compartir Junto a él, Marta y SFB unos días maravillosos, fríos pero muy especiales. Ya nos había advertido nuestro pana que teníamos una agenda apretada, el loco cuadró horarios en su trabajo para poder estar más tiempo con nosotros y poder pasear lo mas que se pueda. Empecemos pues, este compa se levanta a las 3:30 de la mañana para tomar café, chequear correos, bañarse e ir al trabajo, su horario es de 6:00 a 13:00, pero durante toda una semana dejaría de laborar a las 10:00 para estar en casa a las 10:5 y salir a las 10:32 a mas tardar para cumplir con lo agendado. El día que llegamos desde Berkeley, nos sentamos a conversar, el en ingles yo mirándole directo a los ojos pero preguntando a Luz que era lo que decía pues como ya saben mi ingles es solo de my name is…, Luz charlaba, yo trataba de comunicarme, me vinieron a la mente todos aquellos años con la seño Bárbara y después en La Salle durante los cuales nos dictaban un par de horas del idioma durante la semana – oh yes, I think so- chelas van chelas vienen, el gringo nos dice “caray mi cree que chela no dura toda semana cual yo piensaba” jajajaa, ya nos vamos conociendo. Llega Marta, saluda, nos abrazamos de nuevo, comemos algodón, ella vivió en España unos años, pero hace añosss, así que su español es como mi ingles y bueno tendremos que sobrevivir todos juntos, yo aprendiendo, ellos disculpando mis peripecias “idiomales” (joder que me ha salido espectacular la palabra), señas van y vienen pues. Pasamos la prueba el primer día. Y estuvo muy bien.

Casi todas las mañanas me topé con Marta en la cocina, un par de días le preparé un desayuno no estadounidense y créanme que me lo agradeció muchísimo, pero era un medio suplicio simpaticón el comunicarnos, con Matt no me crucé ninguna madrugada sino un par de veces en los 10 días (o más) que estuvimos en su casa, nos atendieron de maravillas, el compa llegaba, nos esperaba un poco para salir, colocaba música para que escucháramos y conociéramos y al respecto debo decir que tiene una discoteca envidiable, ni un solo CD pertenece al mundo comercial de la música, todo el material está clasificado, buscado en internet con pinzas, mucho folclore estadounidense que aunque usted no lo crea, es muy interesante nada que ver con las estupideces que nos venden y que con las manos abiertas aceptamos, compramos y las hacemos parte de nuestra cotidianidad e idiosincrasia, defendiéndolas y copiándolas a morir, mucha música del sur, interpretes y autores escuchados por primera vez por nuestra parte, cosas de verdad muy seductoras.

Qué significa SFB, ese es el nombre que tiene la tortuga, mascota simpatiquísima que tienen este par de locos, llegan y la saludan, le hablan; SFB sale de su cueva y saluda, se toma de la mano de Matt, a la hora de comer, 3 veces por semana un poco de carne o pescado, es una delicia verla, aunque su desesperación te hace pensar que está muerta de hambre pero mi gente el gringo tuvo antes que a SFB a otra tortuga que lo acompaño por 30 años, así que algo debe saber de de estos animalitos.

Las tardes en casa, aquellas en las que no había nada pautado y que no salíamos, eran de música, conversa, chelas y cocinar, este pechito hizo varios platillos, Matt tiene lo suyo también, el es el cocinero de la casa pues como sale más temprano que Marta, la espera con algún guiso riquísimo, que con gran fortuna pudimos deleitar. También aprovechábamos para ensayar o sacar nuevos temas, Matt aparecía de manera sigilosa a escuchar, nos tomaba fotos, o simplemente se sentaba en la sala formando parte del ensayo. A ambos, les encanta la naturaleza, son muy a fin con nuestros amigos de Berkeley en ese aspecto. Nuestro medio de transporte fue un Toyota rojo de muchos años, que es admirable, porque mira que cargar con esos cuatro cuerpecitos, lleva por nombre Jesie Tomato, y cumplió a cabalidad con las expectativas durante toda nuestra estadía, que por cierto, transcurrió con mucho frio.

Por último debo decirles que SFB mas que un nombre es una especie de frase, la primera tortuga de Matt se llamó “The best turtle in the Word” a esta, no se qué cara le vio o por qué decidió ponerle “Shit for brain” pero bueno la susodicha no se da por aludida porque no entiende ingles jajajaja.

Hemos pasado días muy pero que muy lindos junto a este par de dos, quedamos contentísimos de haberlos conocido, de haber compartido con ellos, y de haber convivido este tiempo, que quedará en nuestros corazones.