“HAY LOCURAS, PARA LUZ MARÍA Y EULOGIO”
Luz y Moros sin frontera
borran “Líneas en el Mapa”,
y tejen en jipijapa
las voces que yo quisiera.
Que toda América entera
llevara en el equipaje,
un boleto para un viaje
que uniera nuestros destinos;
donde todos los latinos
beban vino en maridaje.
Los “Moros” en Venezuela
vieron la “Luz” del Perú,
ahora viven en bambú
de caña con la Espinela.
Y en “Luz de Noche” una estela
que dejan en Tlacotalpan,
hoy removió el Papaloapan
y al oír un pajarillo
un joropo le dio brillo
a recuerdos que me atrapan.
Vagan como el andariego
en el rumbo de la vida,
curan el alma que herida
no se cura con el fuego.
Hacen del destino un juego
hombre y mujer: Dos juglares
son raíces de manglares,
que se lleva la corriente
recorriendo el Continente
en pos de los siete mares.
Si somos un mismo canto
de diferentes sonidos,
si juntamos los gemidos
surgidos del mismo llanto.
Si es igual nuestro quebranto
de México a la Argentina
juntemos nuestra cocina,
nuestra sangre por igual
con la savia del Tamal
de la América latina.
Tengo el sabor de sus trinos,
del cuatro venezolano,
traen el verso por el llano
que viene haciendo caminos.
Y entre durmientes de encinos
son los rieles del tranvía,
la tristeza y la alegría;
la alegría por tenerlos
y la tristeza por verlos
lejos de la Patria mía.
Yo también quiero estar loco
como Eulogio y Luz María,
e insistir en la porfía
de encontrarme poco a poco.
Y en este son que les toco
entre fusión de culturas,
que se hagan las estructuras
para seguir tras sus huellas;
que me alumbren las estrellas
para gritar: ¡¡¡Hay locuras!!!.
Ustedes unen costumbres
vestidos y cocimientos,
son la visión de cimientos
de la América y sus cumbres.
Aglutinan muchedumbres
para brindar su matiz
y no dejan cicatriz,
a cambio son seda y lino
y le dicen al latino.
¡¡Vive Dios, nuestra raíz.!!
Saludos para ese par de locos a quienes quiero tanto y que me dieron tanto.
Carlos Adolfo Rosario Gutiérrez
Trovero del Azuzul.
gracias amigos y familiares, han hecho de estas locuras algo hermoso y que valgan la pena, ojala el destino vuelva a unirnos en alguna parte de esta tierra.
Luz y Moros sin frontera
borran “Líneas en el Mapa”,
y tejen en jipijapa
las voces que yo quisiera.
Que toda América entera
llevara en el equipaje,
un boleto para un viaje
que uniera nuestros destinos;
donde todos los latinos
beban vino en maridaje.
Los “Moros” en Venezuela
vieron la “Luz” del Perú,
ahora viven en bambú
de caña con la Espinela.
Y en “Luz de Noche” una estela
que dejan en Tlacotalpan,
hoy removió el Papaloapan
y al oír un pajarillo
un joropo le dio brillo
a recuerdos que me atrapan.
Vagan como el andariego
en el rumbo de la vida,
curan el alma que herida
no se cura con el fuego.
Hacen del destino un juego
hombre y mujer: Dos juglares
son raíces de manglares,
que se lleva la corriente
recorriendo el Continente
en pos de los siete mares.
Si somos un mismo canto
de diferentes sonidos,
si juntamos los gemidos
surgidos del mismo llanto.
Si es igual nuestro quebranto
de México a la Argentina
juntemos nuestra cocina,
nuestra sangre por igual
con la savia del Tamal
de la América latina.
Tengo el sabor de sus trinos,
del cuatro venezolano,
traen el verso por el llano
que viene haciendo caminos.
Y entre durmientes de encinos
son los rieles del tranvía,
la tristeza y la alegría;
la alegría por tenerlos
y la tristeza por verlos
lejos de la Patria mía.
Yo también quiero estar loco
como Eulogio y Luz María,
e insistir en la porfía
de encontrarme poco a poco.
Y en este son que les toco
entre fusión de culturas,
que se hagan las estructuras
para seguir tras sus huellas;
que me alumbren las estrellas
para gritar: ¡¡¡Hay locuras!!!.
Ustedes unen costumbres
vestidos y cocimientos,
son la visión de cimientos
de la América y sus cumbres.
Aglutinan muchedumbres
para brindar su matiz
y no dejan cicatriz,
a cambio son seda y lino
y le dicen al latino.
¡¡Vive Dios, nuestra raíz.!!
Saludos para ese par de locos a quienes quiero tanto y que me dieron tanto.
Carlos Adolfo Rosario Gutiérrez
Trovero del Azuzul.
gracias amigos y familiares, han hecho de estas locuras algo hermoso y que valgan la pena, ojala el destino vuelva a unirnos en alguna parte de esta tierra.
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