lunes, 8 de noviembre de 2010

Agaete… tarararaaaaa, ra ra raaaaa

Acá también tiene mucho que ver Javier. Comenzaré por el Principio.

Cuando vivíamos en Buenos Aires, este loco nos comentó que en su isla existía una festividad a la que siempre acudió año a año, “La rama” se llama, nos dijo, se celebra el 4 de agosto pero tiene previos y la gente chupa y chupa y consiste en tal cosa, como ustedes son los amigos más afines a mi gente allá en Gran Canaria quería preguntarles si quieren celebrar conmigo esta festividad acá en Argentina, obviamente en su departamento porque mi compañera es bien antisocial. Nosotros ni cortos ni perezosos aceptamos, no voy a contarles los pormenores porque me quedo en esta entrada hasta el 2012 jajá, si les diré que un par de panas mas asistieron a la tal manifestación popular, (éramos cinco los participantes) que al canario le enviaron desde su isla un ron Areucas 12 años, una rama de eucalipto del frente de su casa y atuendo comprendido en franela y gorro canario para el efecto; el bajo de internet la música de la banda de Agaete (pueblo donde se lleva a cabo la celebración) preparó una sopa llamada “de millo” y ahí estuvimos desde temprano hasta el amanecer. El cuerpo de Benito está filmado http://www.youtube.com/watch?v=Db9f2xVisYE

Bueno esto en resumen es así, la rama es una celebración que tiene que ver con lo religioso, la madrugada del día cuatro de agosto a eso de las dos de la mañana, suben los campesinos a las alturas de los cerros canarios para arrancar ramas de los arboles, luego comienzan un descenso hasta el pueblo de Agaete, le dan la vuelta acompañados de la banda, de ahí bajan hasta la playa donde a voz populi gritan varias veces “agua agüita la rama esta sequita”, las ramas son introducidas al mar siete veces seguidas y luego se entregan en ofrenda a la virgen de no sé dónde.

La vivencia:

Ya Javier tenía todo preparado y nos había contado los pormenores de cómo sería la cosa. Salimos a las 9:30 del día tres desde Las palmas hacia Agaete en su carro, nos entregó una llave y nos explicó que el carro quedaría estacionado en cualquier parte del pueblo y que al que le diera sueño podía ir hasta él y dormir placentero le tiempo que estimara conveniente - bacán – Partimos, son unos cuarenta minutos para llegar, dimos vueltas y vueltas para lograr encontrar estacionamiento, en el camino Javier nos explica que llegaremos a los previos, esto es un modalidad para ponerse a tono con algunos tragos junto a panas que te encuentres ahí porque TODO LA ISLA VA A AGAETE.

Llegamos, nos cruzamos con unos amigos, llevábamos dos botellas de Areucas, - menos añejo – fuimos invitados enseguida a la casa de no sé quien a pasar un rato, comimos, algunos cantaron, tomamos, Luz entró en calor temprano, eran cerca de las 12:30 cuando abandonamos la casa de esta gente “Vamos a la plaza ya debe estar animada”. Si que estaba animada, habían como tres mil personas más o menos, carritos de comida, y muchos espacios donde comprar chelas, los precio hay que buscarlos, oscilan entre uno y dos euros la cerveza, si vamos a estar acá dos días mejor será ir registrando donde están las de euro. Nos cruzamos con varios alumnos de la Universidad El Bochinche, junto a ellos estuvimos gran parte de la noche. Se imaginaran que no hay baños suficientes para tanta gente, así que lugares públicos como terrenos baldíos, o callejones son víctimas de hombres y mujeres durante las celebraciones. Bueno todo el mundo está a tono, faltan diez minutos para las cinco de la mañana hay que ir al frente de la municipalidad “vamossss”. No sé cómo explicarles la emoción de estar ahí, todavía al momento de escribir estas líneas (enero 6 del 2011) se me paran los pelos, todo el mundo se encuentra en este punto esperando la salida de la banda oficial de Agaete para bailar al compas de las cinco canciones que tocan durante toda la festividad, todos con cámaras en mano, ansiosos, se viene la cuenta regresiva 5, 4, 3, 2, 1, y… tarararaaaaa, ra ra raaaaa, ¡yu juuuu, guooooooou!, todos saltan, todos corean, todos se vuelven locos. La banda empieza una especie de procesión protegida por un cordón policial y rodeada de todos los que en el pueblo se encontraban, “ahora vamos a darle la vuelta a Agaete” nos dice el canario, y así mismo, a paso lento canción tras canción , la banda se tarda más o menos hora y media en dar la vuelta y llegar a la plaza, ahí se quedan tocando y también se quedan los que deseen, Javier nos comunica que si queremos ir a dormir ese es el momento pues hay que esperar a las once más o menos hasta que aparezcan por las calles de “allá” los campesinos con las ramas, yo me fui a dormir una media hora después, como a las siete, Ya saben que Luz siguió. A eso de las diez me desperté le avisé a Luz – que ya estaba en el carro – pero me mando al cacho, Subí solito a esperar la bajada, me cané en el puesto ultra súper especial que me dijo Javier, me dio hambre, comí un bocadillo, me dio sed, compre un refresco, esperé y esperé, los chicos no aparecían, decidí darme una vuelta, nos encontramos, Luz lloraba porque se iba a perder la bajada sin mi presencia, si mi no sería lo mismo, yo le contaba que estaba “allá” donde me dijo el Canario, no importa, ya estamos juntos, tarararaaaaa, ra ra raaaaa, se nos suma Javier, “AHÍ VIENEN AHÍ VIENEN”. No pueden imaginarse el tamaño de las ramas que cargan estos señores, son gigantescas, en realidad juntan varias ramas altas y delgadas y forman un racimo enorme, todos en el pueblo quieren y deben tener una rama aunque sea de diez centímetros y cuatro hojas pero todos saben que las que vienen bajando no se tocan, se respetan, nadie intenta arrancar siquiera una hoja, y si algún foráneo que desconoce las normas lo hace, enseguida es regañado, la rama te la deben obsequiar o tú buscas cualquier arbolito victima de tu euforia y lo despojas. Mis queridos compañeros de viaje, si, ustedes que me leen, la imagen es impresionante de verdad, vienen con los campesinos, unos muñecos alegóricos, la banda - me enteré que son dos bandas las que tocan y se turnan cada cierto tiempo – y unas treinta mil personas, wow, que belleza, todos gritan, toman comparten bailan y corean las melodías tarararaaaaa, ra ra raaaaa, Luz y yo nos abrazamos víctimas de la emoción, le agradecemos a Javier porque la verdad esto es impresionante. Los campesinos y la banda le darán la vuelta al pueblo nos dice Javier, luego como a las cuatro de la tarde comienzan a bajar a la playa para llegar a las seis – chévere – Nos quedamos un buen rato, tomando chelas y comiendo bocadillos, en algún momento decidieron que iríamos bajando para esperar a la banda por ahí, eran cerca de las tres de la tarde, Luz estaba exhausta y algo picadita. Decidimos ir a dormir un rato y a eso de las cinco irnos a la playa a seguir la batalla, Ayyyy, nos levantamos muy tarde, llegamos a las 6:20 abajo, ya no había banda, las ramas ya habían sido entregadas, la gente estaba en el mar bañándose y en espera de las 22:00 para la retreta, que dolor nos ha dado perdernos esta parte de la ceremonia, sobre todo – si han visto el video de Bs As– por lo de “agua agüita la rama esta sequita”, nos da rabia, tristeza, cólera, bueno será motivo para volver. Nos reunimos con Javier y los chicos de la universidad, le bajamos la intención a todo tipo de ingesta, no porque no quisiéramos si no porque abajo en la playa todo es bastante más caro caballero.

Retreta: a eso de las diez o un poco antes, los presentes encienden faroles de papel con una vela adentro, la banda comienza la marcha ascendente hasta la plaza, dan una pequeña vuelta y culmina la ceremonia cerca de las 0:00 o un poco mas con fuegos artificiales, pero la gente no se va, muchos se quedan en la plaza casi hasta amanecer, nosotros no subimos con la banda, basta de seguir a esos locos jajaja, fuimos a esperarlos arriba impulsados por el hambre y la sed. Conseguimos bocadillos bastante baratos y nos canamos en el puesto de las chelas a euro, también nos separamos, cada uno indagó por su cuenta, en una de esas escapadas pude escuchar la famosa canción, esa que tarareamos y tarareamos y que bailamos en Bs As, caracho no la habían tocado en todo el festín, ayyy será que es la canción de despedida, Javier nos dijo que le parecía raro que no la tocaran, además el mismo estaba extrañado, parece que la banda había cambiado el repertorio este año. ¿Dónde está Luz? Lo filmé para que pudiera escucharla por lo menos, camine hacia la bodega y la encontré justo, le cuento de la canción y nos enrumbamos para allá. Aunque ya nos habíamos dicho que no volveríamos tras la banda, la canción y la onda pudo más que nosotros y estuvimos de nuevo como media hora saltando, vacilando, cantando, tarareando… Carambas que fiestón.

Yo morí cerca de las 23:22,15, Luz se quedó con Javier arriba para ver los fuegos artificiales, desde la tranquilidad del carro los disfruté después de que me despertaran las detonaciones, bonito el espectáculo. Como a la media hora llegaron los muchachos, nos acomodamos los tres en el carro y nos dormimos hasta el día siguiente.

Nos fuimos a Las Palmas a eso de las siete de la mañana, teníamos una entrevista en un diario a las diez, así que hubo tiempo de bañarse, cambiarse y comer algodón antes del compromiso.

Me queda un gratísimo recuerdo de esta fiesta, de la vivencia, del compartir, de verdad que agradezco al Canario por la invitación y por hacernos parte de esta hermosa locura.



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